Ginseng americano, ginseng coreano, ginseng siberiano… ¿Cómo distinguirlos?
El ginseng asiático, llamado en latín Panax ginseng, es una de las principales plantas de la medicina tradicional china. Su nombre, Panax, significa panacea, es decir remedio universal. La raíz de ginseng se utiliza desde hace más de 2.000 años en la medicina asiática como tónico general, para mejorar las defensas inmunitarias y como estimulante sexual.
El ginseng es una planta llamada adaptógena, es decir, que refuerza el organismo en su conjunto y le permite luchar contra las enfermedades o los «estrés» físicos o psíquicos que pueden debilitarlo.
El ginseng, originario de Asia y de América del Norte
La raíz de ginseng fue tan apreciada en el siglo XVII que casi desapareció en estado silvestre. Es un siglo más tarde, a principios de los años 1700, cuando un jesuita descubre una raíz de ginseng silvestre en el suelo canadiense. Entonces muy conocido en Asia, su consumo se populariza en América y en Europa. Los asiáticos logran posteriormente cultivarlo, lo que permite comercializarlo a mayor escala. Hoy en día, los chinos y los coreanos son sus principales productores, seguidos por Estados Unidos y Canadá.
¿Ginseng americano o asiático?
Es muy difícil distinguir los dos tipos de ginseng: el ginseng asiático (Panax ginseng) posee un pedúnculo más largo que su pecíolo, lo cual no ocurre con el ginseng americano. El nombre latino del ginseng americano, Panax quinquefolius, se debe a que posee cinco folíolos, lo que permite al botánico diferenciarlo de su pariente americano.

También se distingue el ginseng según su color : el ginseng blanco es la raíz que simplemente se ha limpiado y secado. El ginseng rojo ha sido, por su parte, cocido al vapor antes de ser envasado, lo que suele ser el caso del ginseng coreano.
El ginseng asiático, al igual que el ginseng americano, son raíces que tardan bastante en cultivarse (seis años de media): eso explica el precio del ginseng que suele ser bastante elevado. Su rareza en estado salvaje hace que una raíz de ginseng asiático o americano silvestre pueda alcanzar precios astronómicos. Si le ofrecen alguno durante un mercado en un viaje a China, ¡cuidado!
Otras plantas reciben la denominación de ginseng, aunque no pertenezcan a la misma familia: este es el caso del ginseng de Siberia o ginseng ruso, que en realidad es otro nombre del eleuterococo, y del ginseng peruano, que es otra denominación de la maca, un súperalimento. El ginseng japonés ( ginseng japonicus ), por su parte, es un «verdadero» ginseng, de la familia del ginseng asiático, que, sin embargo, posee menos principios activos que el ginseng coreano o chino.
El ginseng siberiano o eleuterococo
Lo que se llama ginseng siberiano o ginseng ruso, por tanto, no es ginseng: es el sobrenombre del eleuterococo, una raíz de la familia de las araliáceas. También se utiliza en la medicina china para la salud de las personas mayores.
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Como el ginseng, es una planta que se llama adaptógena, que aumenta la resistencia del organismo a los estreses que pueden debilitarlo. Por ello es buena para estimular las defensas inmunitarias. La Organización Mundial de la Salud reconoce la eficacia del ginseng siberiano como « un tónico capaz de aumentar las capacidades mentales y físicas en caso de fatiga y durante las convalecencias ». También es eficaz para tratar la artrosis y como diurético.
Las propiedades del ginseng asiático y del ginseng americano
Los dos tipos de ginseng poseen propiedades relativamente similares, es decir, que permiten tonificar el organismo, que actúan contra la fatiga física e intelectual y que los hacen más vigorosos.
En la medicina tradicional china, el ginseng asiático es más bien un alimento « caliente », es decir, que nutre la energía «Yang», mientras que el ginseng americano es más frío y por tanto alimenta más la energía «Yin». En los hechos, por tanto, el ginseng americano sería más calmante que su primo asiático.
Los dos tipos de ginseng se utilizan por tanto en la medicina tradicional china. El ginseng americano se utiliza, en particular, para bajar la fiebre o calmar la tos asociada a ciertas enfermedades pulmonares. También es energizante, pero posee un efecto calmante sobre el sistema nervioso.
¿«Ginseng verdadero» o «falso ginseng»?
Algunos pseudoexpertos aseguran que el único «verdadero» ginseng es el ginseng asiático o Panax ginseng, el rey de los remedios. Sería más eficaz y más potente que su primo americano. Sin embargo, esto no es del todo exacto: el ginseng americano y el ginseng asiático son ambos «verdaderos» ginsengs, y simplemente no poseen exactamente las mismas propiedades para los mismos males a tratar. Por eso es preferible acudir a un especialista que le indicará qué raíz preferir en función de sus síntomas.
Cómo elegir bien su ginseng
En función de su calidad, de su edad y de su procedencia, la raíz de ginseng es más o menos rica en principios activos, las saponinas y los ginsenósidos. Es preferible elegir un ginseng rico en ginsenósidos, que será más eficaz y más tonificante. Un buen (y verdadero) ginseng presenta un contenido en ginsenósidos de entre 10 y 15 mg por gramo de producto (10 a 15% de ginsenósidos).
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Cuanto más joven se coseche un ginseng, menos concentrado estará en principios activos. Se recomendará preferentemente un ginseng de al menos cinco o seis años de edad, más caro pero más concentrado. En general, si el ginseng se cosecha más joven, los fabricantes no indican su edad… Por eso se busca esta mención, que es un signo de calidad.

También se puede elegir el ginseng según su presentación. Lo más práctico y lo más fácil de dosificar es el ginseng en cápsulas. También se encuentra en forma de extracto seco, en polvo, pero también en forma de pasta de raíz fresca para mezclar con una bebida. La raíz fresca se encuentra con menos frecuencia, entera o rallada.
Cada tipo de ginseng se adapta según su organismo y sus pequeñas dolencias. No obstante, si se busca un buen tónico general, es el ginseng rojo coreano el más buscado. Se compra preferentemente en herbolarios o en tiendas ecológicas, o en sitios web fiables.
Se opta por el ginseng ecológico, para garantizar que el producto no contiene residuos de pesticidas ni de fertilizantes químicos tóxicos para el organismo. De hecho, el cultivo del ginseng, que necesita mucha humedad, puede recurrir a productos químicos que a veces incluso están prohibidos en Europa: para garantizar su inocuidad para la salud y el medio ambiente, se comprueba que los productos tengan el sello ecológico.

