Contrariamente a lo que podríamos pensar, la inflamación no es necesariamente algo malo. La reacción inflamatoria es incluso una buena señal : significa que nuestro organismo se deshace de los agentes patógenos y que pone en marcha un mecanismo de protección.
Algunos nutrientes (vitaminas, minerales, oligoelementos…) actúan como antiinflamatorios. Contribuyen así a reducir la inflamación y a aliviar los síntomas asociados.
Cuando se desea prescindir de medicamentos como la aspirina, o reducir su uso, estos nutrientes constituyen soluciones interesantes para prevenir o reducir la inflamación.
Aquí tienes nuestro top 5 de los mejores antiinflamatorios naturales. Para entender completamente los mecanismos inflamatorios y cómo algunos nutrientes actúan contra la inflamación, sigue leyendo después de la lista.
1. Cúrcuma

Desintoxicante, antioxidante, antiestrés y antidepresivo, la cúrcuma (Curcuma longa) es también un potente antiinflamatorio natural. Planta emblemática de la medicina ayurvédica, su rizoma contiene la curcumina, un pigmento amarillo anaranjado capaz de combatir eficazmente la inflamación.
Además de desempeñar un papel protector, la curcumina actúa en el proceso inflamatorio. Primero bloquea la proteína NF-κB que, en caso de disfunción, puede conducir a una respuesta inflamatoria e inmunitaria excesiva. La curcumina inhibe después la actividad de las moléculas responsables de la inflamación.
Consumir cúrcuma es especialmente interesante para aliviar los dolores relacionados con la artritis, la artrosis, los reumatismos u otras enfermedades inflamatorias crónicas.
La cúrcuma puede consumirse como complemento alimenticio, la mayoría de las veces en cápsulas. Pero también es posible cocinar con cúrcuma fresca o en polvo : no olvide que la cúrcuma es ante todo una especia culinaria ! Su sabor cálido y picante combina muy bien con las verduras, las carnes blancas, los pescados y las gambas.
También puede preparar una deliciosa infusión de cúrcuma y limón sin olvidar la pizca de canela.
2. Jengibre

Presunto afrodisíaco, el jengibre (Zingiber officinale) contribuye sobre todo a la reducción de la inflamación. Originario de la India, produce rizomas ricos en gingerol, shogaol y paradol. Tras esos nombres curiosos se esconden compuestos picantes con propiedades antiinflamatorias y analgésicas.
El gingerol, principal activo del jengibre, protege las células frente a la inflamación y estimula las funciones del sistema inmunitario. Paralelamente, actúa contra los dolores articulares. Por eso el jengibre es un alimento de elección para aliviar la artritis y los reumatismos inflamatorios.
El jengibre también puede reducir la inflamación muscular causada por la actividad física o las reglas dolorosas.
El jengibre fresco tiene un sabor picante y un aroma a limón. Si desea utilizar rizoma fresco, por ejemplo puede preparar un batido refrescante de manzana/plátano/jengibre. Como especia, realzará tanto los platos salados como los dulces.
Autre idée pour consommer du gingembre : concocter une infusion hivernale. Laissez infuser 1 cuillère à café de gingembre en poudre dans une tasse d’eau chaude pendant 20 minutes.
3. Moringa

El moringa (Moringa oleifera) es un árbol cuyas diferentes partes se utilizan en la medicina tradicional india. Reconocido como remedio energizante, antioxidante e hipoglucemiante (reduce el nivel de azúcar en la sangre), el moringa también tiene propiedades antiinflamatorias.
Se debe esta propiedad a los isotiocianatos y a la quercetina que contiene. La quercetina es un flavonoide conocido por reducir la inflamación y la respuesta inmunitaria, especialmente en caso de reacciones alérgicas. En cuanto a los isotiocianatos, son compuestos organosulfurados capaces de aliviar la inflamación crónica al regular los biomarcadores inflamatorios.
Disponible como complemento alimenticio, también es posible encontrar moringa en polvo. Tiene un sabor ligeramente picante y cítrico. Puede añadir polvo de moringa a sus zumos, batidos y yogures.
4. Té verde

Todos conocemos los beneficios del té verde (Camellia sinensis) sobre el metabolismo, el peso o la desintoxicación del organismo. ¿Pero sabías que el té verde también posee propiedades antiinflamatorias? Su riqueza en polifenoles lo hace interesante para prevenir las inflamaciones y aliviar síntomas como los dolores articulares.
El té verde contiene también galato de epigalocatequina (EGCG), un flavanol antiinflamatorio que reduce la producción de citocinas. Además, la acción del té verde se complementa con sus otros componentes : vitamina A, vitamina E, minerales, aminoácidos…
El t
5. Verduras verdes

Y s
Puedes consumir verduras verdes de mil maneras ! Si la mayoría de las coles se consumen cocidas, algunas tambi
Los nutrientes contra la inflamación
¿Qué es la inflamación ?
Cuando un m

Las causas de la inflamaci
- Intrusión de un agente patógeno (bacterias, virus, hongos)
- Lesión física o traumatismo
- Detección de una « falsa amenaza » (alergia)
- Enfermedades autoinflamatorias o autoinmunes
En cuanto a los s
- Un cansancio intenso
- Enrojecimientos
- Hinchazones
- Dolores
- Una sensación de calor
- Una pérdida de apetito
El magnesio contra la inflamación muscular o crónica
El magnesio es un nutriente estrechamente relacionado con el proceso inflamatorio muscular. Por eso, una deficiencia de magnesio suele traducirse en calambres y dolores musculares. Este nutriente es valioso para reducir la inflamación pasajera pero también la inflamación crónica.
El magnesio regula la concentración de calcio en el organismo. De hecho, cuando está en exceso y se acumula en el cuerpo, el calcio se vuelve indeseable y favorece la inflamación. Por tanto, el magnesio permite mantener el equilibrio adecuado.
El magnesio tiene la ventaja de estar presente en muchos alimentos. Los frutos secos oleaginosos, los mariscos, las verduras o incluso el cacao en polvo son excelentes fuentes alimentarias de magnesio. También puede ser interesante elegir un agua mineral rica en magnesio.
La vitamina A regula el proceso inflamatorio
La vitamina A, también llamada retinol, actúa directamente sobre el proceso inflamatorio y más concretamente sobre el MCP-1 (monocyte chemoattractant protein 1). Secretado de forma natural por el organismo, es en parte responsable de la inflamación. El MCP-1 está, por ejemplo, implicado en la artritis reumatoide, una enfermedad inflamatoria crónica que afecta a las articulaciones.
Un buen aporte de vitamina A permite, por tanto, regular la secreción de MCP-1 pero también de reforzar el sistema inmunitario que desencadena los mecanismos de defensa del organismo en caso de lesiones o infecciones.
El pimiento rojo, las zanahorias, el aceite de hígado de bacalao, los productos lácteos y los huevos son recomendables para obtener una buena cantidad de vitamina A.
La vitamina E protege y reduce el dolor
Al igual que la vitamina A, la vitamina E actúa en el corazón del proceso inflamatorio reduciendo los niveaux de citocinas, moléculas implicadas en la inflamación. Las citocinas proinflamatorias son secretadas por las células del sistema inmunitario. Si bien desempeñan un papel fundamental en el proceso de curación, también pueden amplificar la reacción inflamatoria. Por tanto, la vitamina E ayuda a reducir los niveles de citocinas para controlar la inflamación.
La vitamina E se encuentra en cantidades importantes en los frutos secos, en algunos aceites vegetales (aceite de germen de trigo, de girasol, de cacahuete, de oliva, de colza o de maíz), en las espinacas, en el mango o en el kiwi.

