Antes de ser un complemento, el colágeno es una proteína esencial para el ser humano. Se encuentra en gran parte del cuerpo.
Huesos, músculos, piel, articulaciones sinoviales, vasos sanguíneos o tendones lo contienen. Y su presencia no es anecdótica, ya que se estima que representa el 30 % de las proteínas totales del organismo, siendo la más abundante.
¿Su función? Desempeñar el papel estructural y ayudar a la resistencia y a la elasticidad de los tejidos. El colágeno tensa la piel, facilita el deslizamiento de los huesos, mantiene una buena mineralización ósea y refuerza la solidez de los vasos sanguíneos.
En el comercio se encuentra colágeno tipo 1, colágeno tipo 2 y, a veces, mezclas. ¿Hay casos en los que convenga privilegiar el colágeno tipo 2?
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Colágeno tipo 2 en el cartílago
Para poder actuar en todo el cuerpo, nuestro colágeno difiere ligeramente en composición y estructura en función de su localización. Por eso no hablamos de un solo colágeno, sino de más de 20 tipos de colágeno o variantes, como indica esta publicación.
Así, la piel contiene mayoritariamente colágeno de tipo 1, los músculos y los vasos sanguíneos son ricos en colágeno de tipo 3, mientras que las articulaciones están principalmente provistas de colágeno de tipo 2.
Se encuentra en el cartílago, constituido por un líquido viscoso que permite el deslizamiento de los distintos huesos unos sobre otros evitando las fricciones. Es precisamente el colágeno el que le confiere estas propiedades.
Los beneficios del colágeno tipo 2 para las articulaciones
La presencia de colágeno de tipo 2 es esencial para la salud del cartílago, ya que le ayuda a ser más resistente y a absorber mejor los impactos, especialmente en deportistas.
Una suplementación con colágeno ya ha demostrado:
- una disminución de la incomodidad articular en atletas, en este estudio de 24 semanas
- una mejora de la comodidad y de los síntomas de la artrosis según este meta-análisis de 2019
No obstante, los estudios científicos que he podido encontrar no utilizan necesariamente colágeno de tipo 2. Por tanto, es difícil saber si los efectos observados se deben a un tipo de colágeno en particular o no.

¿Realmente hay que preferir el colágeno tipo 2 para las articulaciones?
Si el colágeno de tipo 2 está presente en las articulaciones, no es necesariamente necesario comprar suplementos que contengan únicamente este tipo de colágeno.
De hecho, en los suplementos, el colágeno está hidrolizado: su estructura ya no tiene importancia puesto que la proteína se divide en pequeños fragmentos.
Solo en el interior del cuerpo los aminoácidos del colágeno pueden actuar y participar en la síntesis del colágeno nativo del organismo. Si la estructura del colágeno de tipo 2 es diferente de otros tipos, ya no es relevante aquí.
En cuanto al uso de colágeno nativo de tipo 2, su estructura es demasiado grande para pasar la barrera intestinal. Por tanto, no es útil directamente por vía oral, como precisa el estudio.
En definitiva, no hay consenso científico hoy en día sobre la cuestión. Por tanto, es imposible distinguir el interés de los complementos de colágeno de tipo 1 frente a los de tipo 2 cuando están en forma hidrolizada.
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