Los lactobacilos componen naturalmente la gran mayoría de la flora íntima (aproximadamente 90%), como describe esta revisión. Participan principalmente en la producción de ácido láctico. Este permite mantener un pH vaginal ligeramente ácido, creando un entorno hostil a la proliferación de los patógenos.
Otra acción: evitan la adhesión de los patógenos a la mucosa vaginal y forman una barrera física.
Los probióticos utilizados para el mantenimiento de una buena salud vaginal provienen por tanto de esta familia de microorganismos.
No obstante, debo precisarlo: aún no existen alegaciones autorizadas sobre la prevención de las infecciones ginecológicas.
Como muestra esta revisión científica de 2023 que encontré, los estudios científicos no son todos unánimes sobre la eficacia de las cepas probióticas. Las investigaciones son demasiado heterogéneas para afirmar beneficios ciertos.
Cinco de estas cepas han mostrado, no obstante, efectos particularmente positivos y prometedores.
📚 Lire aussi | Une pharmacienne donne ses conseils pour choisir les meilleurs probiotiques
1. Lactobacillus rhamnosus
Le recomiendo esta cepa por sus beneficios preventivos contra las candidiasis y las vaginitis de origen bacteriano.
El lactobacilo se adhiere a las células vaginales y cervicales e impide el crecimiento de los patógenos, como indica este estudio in vitro.
2. Lactobacillus reuteri
Según esta revisión científica que encontré, esta cepa ha mostrado efectos beneficiosos en la prevención de las infecciones vaginales.
No obstante, está especialmente estudiada en combinación con Lactobacillus rhamnosus o acidophilus. Por ello, es difícil evaluar su acción por sí sola.
En la farmacia, la encontrará generalmente asociada a otras cepas.
3. Lactobacillus crispatus
Para la salud vaginal, también pienso en esta cepa. Ha mostrado resultados muy prometedores contra la vaginosis y las infecciones vaginales por candida, en este estudio clínico doble ciego.
4. Lactobacillus acidophilus
Esta cepa probiótica ha mostrado efectos positivos in vitro contra infecciones por Gardnerella en este estudio, así como otros patógenos que pueden afectar la salud urogenital, según esta otra investigación que he encontrado.
5. Lactobacillus plantarum
Un estudio in vitro de 2018 sugiere especialmente su impacto positivo contra las infecciones urinarias y menciona su potencial para combatir las recidivas de candidiasis vulvo-vaginal.

¿Dónde encontrar estas cepas favorables para la salud vaginal?
Estas cepas probióticas de la familia de los lactobacilos pueden encontrarse en des complementos alimenticios especializados para la salud femenina. Pero también en óvulos para insertar por vía local.
Paralelamente, le aconsejo enriquecer su alimentación con probióticos naturales. Añada chucrut, yogures y otros productos lácteos fermentados que contengan cepas probióticas, incluyendo Lactobacillus rhamnosus y Lactobacillus reuteri.
¿Lo mejor? No son buenos únicamente para la esfera vaginal. También pueden ser beneficiosos para la salud de sus intestinos.
¿Cuál es la relación entre la salud de la flora íntima y los probióticos?
La flora de Döderlein
Para mantenernos en buena salud y evitar la proliferación de microorganismos patógenos, la vagina puede contar con su microbiota: la flora de Döderlein. Lejos de los prejuicios, estas bacterias comensales no son necesariamente dañinas para el cuerpo, ¡al contrario!
Compuestos en su gran mayoría por lactobacilos, los microorganismos que recubren la pared vaginal mantienen un buen equilibrio. Están respaldados por los presentes en la microbiota intestinal.
Un equilibrio frágil
No obstante, este equilibrio puede verse perturbado. El estrés, una dieta desequilibrada, una higiene íntima demasiado agresiva para las mucosas, un cambio hormonal, un tratamiento farmacológico y otros factores pueden provocar una disbiosis intestinal y vaginal. Ambas floras están muy relacionadas.
Sin embargo, si su flora vaginal está desequilibrada, pueden aparecer infecciones ginecológicas. Pienso en particular en:
- candidiasis
- vaginitis
- cistitis
Pero también a irritaciones y picores, sequedad, olores desagradables y una alteración del ciclo menstrual.
Para prevenir la aparición de estas molestias, preservar la flora o restaurarla, le aconsejo tratamientos con complementos probióticos. Pero, sobre todo, una buena higiene de vida y una alimentación equilibrada. Y una mejor gestión de su estrés, si procede.
Fuentes y estudios científicos
Saraf VS, Sheikh SA, Ahmad A, 2021, Microbioma vaginal: normalidad vs disbiosis. Arch Microbiol.
Barrientos-Durán A, Fuentes-López A, de Salazar A, 2020, Inclusión de factores nutricionales y probióticos en el mantenimiento de la eubiosis.
Liu P, Lu Y, Li R, Chen X, 2023, Uso de lactobacilos probióticos en el tratamiento de infecciones vaginales: investigaciones in vitro e in vivo.
Coudeyras S, Jugie G, Vermerie M, Forestier C, 2008, Adhesión del probiótico humano Lactobacillus rhamnosus a células cervicales y vaginales e interacción con patógenos asociados a la vaginosis.
Chee WJY, Chew SY, Than LTL, 2020, Microbiota vaginal y el potencial de los derivados de Lactobacillus para mantener la salud vaginal.
Mändar R, Sõerunurk G, Štšepetova J, Smidt I, 2023, Impacto de probióticos orales y vaginales que contienen Lactobacillus crispatus en la salud vaginal: un ensayo clínico aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo.
Aroutcheva AA, Simoes JA, Faro S, 2001, Proteína antimicrobiana producida por Lactobacillus acidophilus vaginal que inhibe Gardnerella vaginalis.
Gregor Reid, 2000, Ensayos in vitro de Lactobacillus acidophilus NCFMTM como posible probiótico para el tracto urogenital.
Kang CH, Kim Y, Han SH, Kim JS, Paek NS, So JS, 2018, Propiedades probióticas in vitro de Lactobacillus fermentum MG901 y Lactobacillus plantarum MG989 vaginales frente a Candida albicans.

