¿Qué es el magnesio?
Una sal mineral
El magnesio es una sal mineral, al igual que el calcio, el hierro o el potasio. Presente en gran cantidad en el organismo, se almacena en los huesos, los músculos o el hígado.
Se elimina por los riñones, a través de la orina.
Esta sal mineral desempeña diferentes funciones en el organismo:
- interviene en el equilibrio nervioso. Así, reduce el estrés, apoya la actividad neuronal y alivia los trastornos del sueño ;
- estimula la inmunidad activando la producción de anticuerpos y reforzando las defensas naturales ;
- apoya los músculos y favorece la relajación muscular.
Desafortunadamente, las reservas de magnesio tienden a agotarse rápidamente.
Numerosos factores, como la actividad física intensa o el estrés, aceleran su eliminación. Por tanto, los casos de deficiencia son frecuentes.
Un complemento alimenticio
El magnesio como complemento alimenticio está indicado para recuperar un bienestar mental, reducir el estrés y la ansiedad.
También es útil en caso de trastornos del sueño (insomnio, apnea del sueño…) o para favorecer la ganancia de masa en deportistas.
Está disponible en cápsulas, en comprimidos, en solución líquida o en polvo.
ANSES (Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de la Alimentación, del Medio Ambiente y del Trabajo) recomienda una ingesta de 300 a 380 mg/día para hombres y mujeres.
También se encuentra en algunos alimentos: la lechuga de mar, el wakame, el salvado de trigo, el cacao, las semillas de lino, las almendras…
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¿Cuáles son sus efectos secundarios?
Principales efectos secundarios
En caso de sobredosis, la suplementación puede suponer un peligro real y provocar efectos secundarios tales como:
- hipermagnesemia (concentración demasiado alta de magnesio en la sangre)
- diarreas
- vómitos
- hipotensión
- debilidad muscular
- trastornos respiratorios
Suspenda su consumo y consulte a un médico si los efectos secundarios no se atenúan.
Precauciones de uso
Para evitar posibles efectos secundarios, respete la posología indicada por el fabricante.
Tome su suplemento en varias tomas al día, preferiblemente durante las comidas para una mejor absorción.
El tratamiento no debe exceder 3 meses.
¿En qué casos está contraindicado?
En caso de enfermedades renales
Las personas que padecen enfermedades renales deben evitar consumirlo. Si la función renal está alterada, el magnesio no podrá eliminarse correctamente.
Esto ocurre especialmente en caso de insuficiencia renal. La persona se expone entonces a un riesgo de hipermagnesemia.
En caso de tratamiento farmacológico
Las personas bajo tratamiento farmacológico deben consultar a su médico antes de tomar magnesio. Esto con el fin de evitar cualquier riesgo de efectos secundarios o de interacciones.
De hecho, su consumo reduce la absorción de ciertos antibióticos (tetraciclinas, nitrofurantoína…) y diuréticos (amiloride).
Además, puede interactuar con los medicamentos utilizados contra la osteoporosis (bifosfonatos).

En caso de trastornos digestivos
Debido a sus efectos laxantes, su consumo suele asociarse a diarreas y dolores abdominales.
Por tanto, está desaconsejada a las personas que padecen trastornos digestivos frecuentes, el síndrome del intestino irritable, la colitis ulcerosa o la gastritis.

