¿Cómo funciona una adicción?
El kudzu ayuda a luchar contra las adicciones, especialmente al tabaco, al alcohol y al azúcar, y quizá sea esa su propiedad la que suscita más interés. Por ahora, únicamente se ha demostrado científicamente su impacto en cuanto al consumo de alcohol. Pero su incidencia en el tabaquismo y en el consumo excesivo de azúcar está en estudio.
Pero, ¿cómo funciona una adicción? Para resumir, existe en nuestro cerebro un sistema de recompensa que libera dopamina, neurotransmisor responsable de la sensación de placer. Hace que repitamos comportamientos necesarios para nuestra supervivencia y la de nuestra especie, como beber, comer, tener relaciones sexuales…
Algunas sustancias con poder adictivo, como el alcohol, el tabaco o el azúcar, actúan sobre este sistema de recompensa, liberando la producción de dopamina y por tanto proporcionando una sensación de placer al consumirse, aun cuando se es consciente de su toxicidad.
Eso es lo que ocurre químicamente, pero otros factores entran en juego cuando se habla de adicción: los genes, el entorno…
¿Cómo actúa el kudzu en el organismo?
Entonces, ¿cómo puede intervenir el kudzu para combatir estas adicciones y, en particular, el alcoholismo? Parece que su alta concentración en isoflavonas es la responsable.
El papel de las isoflavonas en la raíz del kudzu es proteger la planta contra los ataques de bacterias, hongos… No solo tienen una potente actividad protectora, sino también antioxidante.
Entre estas isoflavonas se encuentran la puerarina, que es la principal sustancia activa presente en el kudzu, y la daidzina. Y son estas las que contribuyen a la deshabituación del alcohol. Actúan, en particular, permitiendo aumentar el flujo sanguíneo y, por tanto, acelerar la acción sobre el sistema de recompensa.
En resumen, si hago una cura de kudzu y bebo cerveza, la dopamina se libera más rápido, estaré satisfecha antes y, por tanto, tendré menos necesidad de beber. Además, el kudzu acelera la sensación «haber bebido lo suficiente», y, sin embargo, no favorece una embriaguez más rápida.
Estudios científicos
La totalidad de los mecanismos en juego aún está en estudio. Pero los primeros resultados son prometedores – en 1993 se realizaron las primeras pruebas en hámsters, y luego en 2005 y 2012 en humanos.
Y el kudzu podría ser eficaz contra otras sustancias que también actúan a nivel del sistema de recompensa, tales como el tabaco y el azúcar.
Este estudio realizado por la Universidad de Harvard en hombres y mujeres considerados «grandes bebedores» es el más significativo. Los investigadores pidieron a los sujetos que bebieran su cerveza preferida. Los que siguieron una cura de kudzu bebieron espontáneamente menos alcohol y más despacio y en sorbos más pequeños que los que recibieron placebo.
Este estudio más reciente, dirigido nuevamente por la Universidad de Harvard, volvió a demostrar que la puerarina contenida en las raíces de kudzu permite reducir el consumo de alcohol en humanos.

