Contrariamente a lo que se podría pensar, la noche es un período muy activo para el cuerpo.
Durante el sueño, el sistema digestivo sigue trabajando. El hígado se dedica a la eliminación de toxinas, los músculos se regeneran y las hormonas implicadas en el metabolismo de las grasas se secretan.
Para que estas funciones se desarrollen de manera óptima, el cuerpo necesita una buena hidratación. Pero también un entorno tranquilo y apacible para un sueño reparador.
Algunas bebidas ricas en micronutrientes y a base de plantas específicas permiten mejorar la saciedad, favorecer el drenaje natural del organismo, estimular el metabolismo y mejorar la digestión.
Como dietista, he seleccionado 5 bebidas para adelgazar que conviene privilegiar por la noche para acompañar los mecanismos naturales del organismo y su buen equilibrio alimentario.
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1. Un batido verde para saciarse mejor
Para ayudar a equilibrar la cena, prepararte un batido verde o un batido verde a base de verduras es una excelente opción.
Consumido una hora antes de la cena, un zumo de verduras verdes permite calmar los antojos, evitar los excesos en la mesa y estabilizar la glucemia.
También prepara la digestión. Al estimular la producción de bilis del hígado y de enzimas digestivas, gracias a la clorofila y a los antioxidantes contenidos en los vegetales crudos.
Le recomiendo una mezcla sencilla de vegetales, para beber 30 minutos o 1 hora antes de la cena, por ejemplo:
- 1 puñado de brotes jóvenes de espinaca
- ½ limón
- ½ aguacate
- 1 pequeño trozo de jengibre
- 1 cucharadita de semillas de chía remojadas
Por último, bébalo preferiblemente frío. Sin embargo, le aconsejo evitar una temperatura helada para no perturbar la digestión.
2. El kéfir de leche, un probiótico natural
El kéfir es una bebida fermentada rica en proteínas, especialmente en caseína y en suero. Este estudio demostró que el consumo de 40 g de caseína antes de acostarse mejora la recuperación muscular en los deportistas y prolonga la sensación de saciedad.
Sus aminoácidos esenciales, incluido el triptófano, permiten también una buena síntesis de la melatonina, la hormona del sueño. Sirve para la buena sincronización de nuestro reloj biológico.
Además de su contenido en proteínas, el kéfir contiene bacterias beneficiosas que apoyan la salud intestinal y pueden tener una influencia positiva en el control del peso.
Proveniente de una cultura simbiótica de bacterias, generalmente es beneficioso incluso para las personas intolerantes a la lactosa. No obstante, recomiendo que las personas alérgicas opten más bien por bebidas vegetales.
Otro beneficio: su riqueza en potasio ayuda a equilibrar el sodio, limitando así la retención de agua y reduciendo la hinchazón.
Para aprovechar sus beneficios sin sobrecargar la digestión, le aconsejo consumir el kéfir natural o con una pizca de canela, en poca cantidad, por la noche después de la cena: aproximadamente 150 ml.
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3. El fenogreco en infusión para regular el apetito y la glucemia
El fenogreco, Trigonella foenum-graecum, es una planta utilizada desde la Antigüedad por sus virtudes metabólicas.
Sus semillas, ricas en mucílagos, saponinas y alcaloides, tienen un efecto hipoglucemiante natural.
Esto significa que ayudan a estabilizar la glucemia y a limitar los antojos nocturnos relacionados con las variaciones de azúcar en la sangre.
El fenogreco actúa también moderando el apetito, modulando ciertos neurotransmisores como la dopamina.
En infusión, permite frenar la sensación de hambre tardía, un efecto particularmente interesante sobre todo en periodos de reequilibrio alimentario.
Mi truco: consuma 30 a 60 minutos antes de acostarse, preparándolo en forma de decocción con una cucharadita de semillas de hinojo en 250 ml de agua.
Deje cocer a fuego lento durante 5 a 10 minutos. Y si es necesario, para suavizar su sabor relativamente amargo, añada unas hojas de menta.
4. Una infusión de hibisco para drenar con suavidad
Conocido bajo el nombre de «bissap» en África Occidental, el hibisco es una flor rica en polifenoles, potentes antioxidantes.
Su acción diurética suave, sin pérdida de potasio, es igualmente beneficiosa para la circulación sanguínea.
Es una bebida ideal por la noche para acompañar un proceso de desintoxicación nocturna sin perturbar el sueño.
Otra razón por la que la recomiendo: también contribuye al equilibrio ácido-base del organismo, que a menudo se ve alterado en caso de una alimentación demasiado rica.
Mi consejo: deje infusionar 1 cucharada de flores secas en 300 ml de agua caliente durante 10 minutos. Su sabor acidulado puede combinarse con un poco de ralladura de naranja o de limón.
5. La tradicional manzanilla-verbena
Esta tisana no lleva el nombre de «tisana del sueño» por casualidad. Se utiliza desde hace siglos para favorecer el sueño, gracias a compuestos como la apigenina y el bisabolol que actúan como ligeros sedantes naturales.
Hoy en día, la tisana de manzanilla también se utiliza para aliviar los espasmos musculares, calmar los dolores abdominales y el síndrome del intestino irritable, las indigestiones y la hinchazón.
Por último, como planta rica en antioxidantes, la manzanilla participa en la regulación del metabolismo lipídico, favoreciendo así la quema de grasas.
Mi consejo: infunda 1 a 2 cucharaditas de flores de manzanilla secas en 200 ml de agua a punto de hervir, cubra y deje reposar 10 minutos. Consúmala 30 a 60 minutos antes de acostarse, sin añadir azúcar.
Ninguna bebida, por sí sola, hace perder peso ni puede presentarse como una solución milagrosa. No obstante, algunas, si se consumen en el momento adecuado, pueden apoyar al organismo para que funcione mejor.
Le invito a elegir las buenas bebidas digestivas, saciantes o relajantes que le convengan en cuanto a sabor y beneficios: una simple taza de la bebida adecuada puede convertirse en un ritual valioso al servicio de su bienestar.
Fuentes y estudios científicos
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