Eleuthérocoque: beneficios, posología, contraindicaciones
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El eleuterococo (Eleutherococcus senticosus), también conocido como ginseng siberiano, es una planta cultivada principalmente en China, Corea, Japón y Siberia. Es un arbusto espinoso de 2 a 3 metros. Tiene tallos largos con hojas palmadas, y desarrolla pequeñas flores reunidas en umbelas globulosas. Las flores masculinas son violetas mientras que las femeninas son amarillas. Los frutos del eleuterococo son bayas negras.
Sus raíces se utilizan con fines terapéuticos y, más raramente, las bayas.
El eleuterococo se ha utilizado durante más de 2000 años en la medicina tradicional china, donde se le llama ci wu jia. Se usaba para prevenir resfriados y gripes y para aumentar la vitalidad y la energía. Más recientemente, los cosmonautas rusos lo han utilizado para mejorar la vigilancia y la energía y para ayudar a la adaptación al estrés de la vida en el espacio.
Sus raíces contienen eleuterósidos responsables de su carácter adaptógeno, es decir, que ayudan al organismo a adaptarse al estrés y a restablecer el equilibrio normal de sus funciones. Otros componentes bioactivos incluyen la isofraxidina, la siringina (un glucósido fenilpropanoide) y nutrientes. Los nutrientes incluyen magnesio, manganeso y las vitaminas A y E.
El eleuterococo tiene la reputación de estimular las defensas inmunitarias, de mejorar la resistencia al estrés y de potenciar el rendimiento físico durante los periodos difíciles.
La EMA lo recomienda como medicamento tradicional a base de plantas para los síntomas de la astenia como la fatiga y la debilidad.
Otro(s) nombre(s)
Ginseng siberiano, Ciwujia
Nombre(s) científico(s)
Eleutherococcus Senticosus, Acanthopanax senticosus, Acanthopanacis senticosi
Familia o grupo:
Plantas
Principios activos:
Cumarinas
Saponinas
Lignanos
Eleuterósidos
Indicaciones
Metodología de puntuación
Aprobación de la EFSA.
Varios ensayos clínicos (> 2) aleatorizados y controlados con doble ciego, que incluyen un número significativo de pacientes (>100) con conclusiones constantemente positivas para la indicación.
Varios ensayos clínicos (> 2) aleatorizados y controlados con doble ciego, e incluyendo un número significativo de pacientes (>100) con conclusiones positivas para la indicación.
Uno o varios estudios aleatorizados o varias cohortes o estudios epidemiológicos con conclusiones positivas para la indicación.
Existen estudios clínicos pero no son controlados, con conclusiones que pueden ser positivas o contradictorias.
Ausencia de estudios clínicos a la fecha que puedan demostrar la indicación.