¿Cómo se pueden usar las semillas de chía para adelgazar?

Las semillas de chía facilitan la pérdida de peso

La pequeña semilla de los aztecas…

¡La civilización azteca ya consumía semillas de chía entre los siglos XIII y XVI! Formaban parte de los alimentos básicos, junto con el maíz y los frijoles.

Se consumían tanto por sus propiedades energizantes y saciantes, pero también por sus virtudes terapéuticas.

Las semillas de chía son, en efecto, muy ricas en omega-3, excelentes para combatir las enfermedades cardiovasculares — es el alimento más rico en omega-3 del mundo vegetal.

También se trata de una buena fuente de calcio, para proteger los huesos y los dientes, y además son muy ricas en antioxidantes, lo que permite combatir la degeneración celular.

Por último, son excelentes para regular el peso y son un aliado en las enfermedades relacionadas con el sobrepeso como la diabetes, ya que ayudan al organismo a asimilar mejor los carbohidratos.

¿Por qué nos ayudan a adelgazar?

• Las semillas de chía son muy ricas en fibra (34 g / 100 g), lo que las convierte en un alimento ideal para perder peso. De hecho, los alimentos ricos en fibra permiten saciarse más rápido, sentir menos hambre y, por tanto, comer menos. La fibra también permite regular el tránsito intestinal y eliminar mejor.
  
• Tienen virtudes saciantes: las semillas de chía tienen una textura mucilaginosa: al entrar en contacto con la humedad, se hinchan y forman una sustancia viscosa. Pueden absorber hasta 15 veces su peso en agua, y al hincharse en nuestro estómago crean una gran sensación de saciedad!
  
• Las semillas de chía son una excelente fuente de proteínas vegetales (14 g / 100 g). Por eso son ideales para una dieta para adelgazar: las proteínas permiten conservar nuestra masa muscular y disminuyen nuestro apetito.
  
• Tienen propiedades sedantes y anti-estrés, lo que permite atenuar los antojos relacionados con el estrés o la nerviosidad que se pueden sentir durante un periodo de dieta.

Se encuentran semillas de chía en forma cruda en tiendas ecológicas y dietéticas, y en algunos supermercados.

También se encuentran fácilmente en Internet – informarse bien sobre la reputación del comercio electrónico y el origen del producto.

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Comprar semillas de chía ecológicas: mi selección

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¿Cómo consumir las semillas de chía para perder peso?

¿Hay que remojar las semillas de chía?

Las semillas de chía se consumen de dos maneras, remojadas o no:

• Una de las formas de consumirlas consiste en remojarlas en líquido (agua, té, leche…) durante al menos 30 minutos para que se hinchen. Formarán un gel llamado «mucílago». Se pueden consumir estas semillas de chía remojadas tal cual, en un vaso grande unos minutos antes de las comidas para aprovechar su efecto saciante. Esta textura gelatinosa puede, sin embargo, resultar desagradable para algunas personas.
  
• También se pueden utilizar en recetas donde su textura gelatinosa puede sustituir ventajosamente a los huevos. Una buena alternativa para los veganos y una manera de reducir las calorías de los pasteles o las galletas!
  
• No es lo ideal dentro de una dieta, pero también se pueden consumir secas: se pueden incorporar enteras, trituradas o en polvo en muchos platos. Se espolvorean en nuestras ensaladas, en nuestros salteados de verduras, se incorporan a nuestros smoothies o con un yogur. En ese caso, se hincharán en el estómago.

Las semillas de chía tienen un sabor bastante neutro, por tanto no existe riesgo de que no te guste su sabor.

Consejos para usar las semillas de chía para adelgazar

Antes que nada, seamos claros: ningún alimento hace adelgazar. La pérdida de peso solo puede ser eficaz y duradera en el marco de una alimentación equilibrada y de una actividad física regular.

Durante una cura, se pueden consumir aproximadamente dos cucharadas soperas de semillas de chía al día. Más allá de eso, puede provocar hinchazón o desregular el tránsito intestinal.

Lo ideal para adelgazar es consumir las semillas de chía remojadas en agua: así no añadirás calorías innecesarias.

Si esta textura te repele, incorpóralas en recetas. Sin embargo, ten cuidado: si las añades a sopas o salsas, es probable que espesen mucho su textura.

Si prefieres las semillas de chía secas, no olvides consumir mucha agua (más de 1,5 litros al día): de hecho, las semillas usarán el líquido presente en tu estómago para hincharse. Si no encuentran suficiente líquido, pueden provocar irritaciones.

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Dos recetas sencillas y rápidas

Una de las recetas emblemáticas de los aficionados a las semillas de chía es el chia pudding. Una receta deliciosa y sabrosa para el desayuno, la merienda o como postre:

• Para un bol, mezcla ¼ de litro de leche de arroz o de almendra con 2 cucharadas soperas de semillas de chía.
  
• Añade sirope de agave (1 cucharada) y el aroma de tu elección: vainilla, canela, agua de azahar…
  
• Deja reposar durante una noche en un bol y disfruta de este chía pudín frío a la mañana siguiente.
  
• Añade frutas frescas para un desayuno vitamínico, equilibrado y rico en fibra.

También se puede probar el chia smoothie express:

• Mezcla simplemente un plátano con el zumo de una naranja
• Añade 1 cucharada de semillas de chía y 25 cl de leche vegetal
• ¡Listo!

Se pueden comer las semillas de chía en cualquier momento del día, pero lo ideal sigue siendo consumirlas por la mañana para evitar bajones de energía o los atracones a última hora de la mañana.

Los expertos aconsejan consumirlas en una cura de 12 semanas para que puedan tener efecto en el organismo. Después hay que volver a una dosis menor (1 cucharada) para evitar sobreestimular los intestinos.