Una ausencia de concertación europea sobre la berberina
Desde hace poco, la berberina está experimentando un éxito creciente en Europa. Este alcaloide, extraído de raíces y cortezas, se utiliza en la medicina tradicional contra las infecciones gastrointestinales, y sobre todo por sus efectos reguladores sobre la glucemia y el colesterol.
No obstante, el marco normativo de este complemento alimenticio sigue siendo incompleto, con una legislación variable de un país a otro. Si la berberina se utiliza con frecuencia en las medicinas tradicionales asiáticas, este alcaloide está comenzando su entrada en el mercado europeo. Un hecho que se traduce en un relativo desconocimiento de este producto alimenticio y un amplio vacío regulatorio.
Prohibida en algunos países (Suecia, Grecia…), la berberina se vende de forma limitada en otros (Polonia, Bélgica…), o incluso en libre comercialización. Es el caso de Francia, donde la berberina se encuentra en plantas para uso como complemento alimenticio – en particular el agracejo, sin límite de dosis. Esto plantea interrogantes, ya que, como subraya la Anses, aún no se ha realizado ningún estudio toxicológico sobre la berberina.
Una seguridad de uso deficiente de la berberina
Ante la falta de investigaciones exhaustivas sobre la berberina, no existe a día de hoy ninguna seguridad de uso. La Anses solo puede basar sus análisis en los datos clínicos disponibles, que sin embargo ya señalan algunas observaciones importantes a tener en cuenta.
De manera aparentemente paradójica, si la berberina se supone que trata los trastornos gastrointestinales, también puede provocarlos a dosis altas. La ausencia de límites de dosis en Francia es precisamente uno de los puntos de desacuerdo señalados por la Anses, que indica que a partir de 400 mg/día, la berberina deja de ser un simple complemento alimenticio para convertirse en un medicamento por derecho propio. A esa dosis, la berberina actúa sobre el ritmo cardíaco y la presión arterial, y tendría múltiples efectos incontrolados de tipo antiinflamatorio, hipoglucemiante, inmunosupresor o incluso anticonvulsivante.
Incluso a dosis limitadas, como en Bélgica con 10 mg/día, la berberina podría tener efectos farmacológicos.
Una preocupante falta de información sobre la berberina
Dado el déficit de datos científicos existentes sobre la berberina, la Anses hace varias advertencias sobre su uso. Este complemento alimenticio está, en particular, desaconsejado para las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, aunque teóricamente el etiquetado de los productos a base de berberina ya debería indicarlo.
Además, la Anses extiende sus advertencias a los niños y adolescentes, que presentarían riesgos más elevados que la población adulta, y también a cualquier persona predispuesta a trastornos de tipo hepático, diabético o cardíaco.
Por otra parte, la berberina es susceptible de interactuar con un tratamiento farmacológico en curso. La Anses recomienda así mantener la máxima precaución con este extracto vegetal, al mismo tiempo que insta a llevar a cabo cuanto antes estudios toxicológicos exhaustivos.

