Trastornos sexuales: complementos alimenticios más eficaces

Los trastornos sexuales, como la disminución de la libido, afectan tanto a los hombres como a las mujeres. A menudo son el resultado de factores biológicos, psicológicos o ambientales. Entre las principales causas identificadas se encuentran los desequilibrios hormonales, las carencias nutricionales, el estrés y la edad. Las hormonas juegan un papel central en la regulación de la sexualidad. En el hombre, la testosterona es esencial para mantener el deseo sexual, la función eréctil y la espermatogénesis. Con la edad, una disminución de los niveles de testosterona, combinada con enfermedades crónicas, puede reducir la excitación. En la mujer, los andrógenos, aunque menos abundantes, influyen considerablemente en la libido, la densidad ósea y la elasticidad vulvo-vaginal. Una disminución de estas hormonas, a menudo observada después de la menopausia, puede provocar trastornos sexuales y una reducción de la calidad de vida. Las deficiencias de oligoelementos amplifican estos desequilibrios. Por ejemplo, el zinc es indispensable para la producción hormonal. El magnesio contribuye a reducir el estrés, un factor clave en los trastornos sexuales. Plantas como el Tribulus terrestris también resultan prometedoras. Gracias a sus propiedades estimulantes, mejora la libido actuando sobre la liberación de óxido nítrico y sobre los receptores de andrógenos, favoreciendo una mejor vascularización de los órganos genitales. Para prevenir o tratar estos trastornos, es esencial un enfoque holístico. Incluye la corrección de las deficiencias de micronutrientes y una gestión eficaz del estrés. Además, las técnicas de relajación y una alimentación adecuada complementan este manejo para restaurar el equilibrio hormonal y mejorar la calidad de vida sexual.