Trastornos biliares: los complementos alimenticios más eficaces

La dispepsia biliar es un trastorno digestivo relacionado con un mal funcionamiento de la bilis, un líquido esencial para la digestión de las grasas. Producida por el hígado y almacenada en la vesícula biliar, la bilis desempeña un papel clave en la emulsión de las grasas durante la digestión. Cualquier alteración en la producción, la secreción o el flujo de la bilis puede provocar síntomas incómodos asociados con la dispepsia.

Causas

La dispepsia biliar se debe principalmente a anomalías en la motilidad y la sensibilidad del sistema digestivo, en particular a trastornos motores que afectan el vaciado gástrico y el tránsito intestinal. La inflamación, a menudo causada por infecciones como Helicobacter pylori, así como factores psicológicos, también pueden agravar estas anomalías. El ciclo enterohepático de la bilis es un proceso complejo que permite la reabsorción y la reutilización de los ácidos biliares. La interrupción de este ciclo puede provocar consecuencias digestivas, entre ellas la malabsorción de las grasas y una diarrea relacionada con el exceso de ácidos biliares en el colon. Varias afecciones pueden ser el origen de una dispepsia biliar: • Litiasis biliar : Los cálculos biliares son una de las causas más frecuentes de trastornos biliares, bloqueando los conductos y alterando el flujo de la bilis. • Colecistitis : La inflamación de la vesícula biliar, a menudo relacionada con cálculos biliares, puede provocar dolores y una digestión alterada. • Disquinesia biliar : Un mal funcionamiento de la motilidad de las vías biliares que afecta la liberación de la bilis en el intestino. • Estenosis biliar : Estrechamiento de los conductos biliares, limitando el flujo normal de la bilis. • Pancreatitis : La inflamación del páncreas también puede afectar el sistema biliar al perturbar los flujos digestivos.

Síntomas

Los principales síntomas de la dispepsia biliar incluyen : • Dolores epigástricos : a menudo localizados en la parte superior del abdomen. • Sensación de plenitud abdominal : una sensación de vientre "lleno" incluso después de comidas pequeñas. • Distensión abdominal y flatulencias : causadas por una digestión alterada de las grasas. • Náuseas y vómitos : frecuentes después de comidas grasas o copiosas. • Eructos frecuentes : una respuesta a la acumulación de gases en el tubo digestivo. • Sensación de ardor en el estómago : relacionada con una mala regulación de los ácidos biliares. Estos síntomas tienden a agravarse tras el consumo de comidas ricas en grasas o durante periodos de estrés.

Manejo

El manejo de la dispepsia biliar se basa en la identificación de la causa subyacente y en la adopción de medidas terapéuticas adecuadas. En los casos de litiasis biliar o colecistitis recurrente, una colecistectomía (extirpación de la vesícula biliar) suele ser necesaria. Esta intervención quirúrgica puede realizarse por laparoscopia, una técnica poco invasiva, o, en casos más complejos, por laparotomía. Se pueden prescribir tratamientos médicos para aliviar los síntomas y tratar la causa : • Antiespasmódicos : utilizados para reducir los espasmos de las vías biliares. • Ácido ursodesoxicólico : un fármaco que ayuda a disolver los cálculos biliares colesterolicos y a mejorar la fluidez de la bilis. La alimentación juega un papel clave en el manejo de los trastornos biliares. Se recomienda : • Reducir el consumo de grasas saturadas y de fritos, que agravan los síntomas. • Priorizar comidas más ligeras y frecuentes para reducir la sobrecarga digestiva. • Favorecer las fibras y mantener una buena hidratación para ayudar al tránsito intestinal. Un seguimiento regular es necesario para adaptar los tratamientos en función de la evolución de la patología y para vigilar las posibles complicaciones, como la pancreatitis.