Síndrome del intestino irritable: los complementos alimenticios más eficaces

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El síndrome del intestino irritable (SII), también llamado colopatía funcional, es un trastorno digestivo funcional común que afecta aproximadamente al 15-20 % de la población mundial, con una mayor prevalencia en las mujeres. Caracterizado por dolores abdominales recurrentes asociados a trastornos del tránsito intestinal (estreñimiento, diarrea o alternancia de ambos), el SII se distingue por la ausencia de anomalías orgánicas visibles en las exploraciones clínicas y biológicas.

Fisiopatología

La fisiopatología del SII sigue siendo multifactorial y se comprende de forma incompleta. Incluye: • Disfunción de la motilidad intestinalEn el SII, las contracciones intestinales suelen ser irregulares: bien demasiado rápidas en las formas diarreicas, bien demasiado lentas en las formas estreñimiento. Estas anomalías motoras alteran el tránsito, explicando los síntomas específicos de cada subtipo. La respuesta colónica a la alimentación también está alterada, exacerbando los dolores posprandiales. • Hipersensibilidad visceralUna mayor sensibilidad de los nervios intestinales amplifica la percepción del dolor en los pacientes con SII, incluso en ausencia de inflamación. Esta hipersensibilidad, debida a una hiperactividad de los receptores serotoninérgicos y colinérgicos, suele estar relacionada con una mayor permeabilidad de la mucosa intestinal. • Desequilibrio del microbioma intestinal e inflamaciónEl microbioma intestinal desempeña un papel clave en el SII. Alteraciones cualitativas y cuantitativas (disbiosis) pueden favorecer una mayor producción de gas y trastornos digestivos. Estas modificaciones, a menudo desencadenadas por infecciones o antibióticos, también influyen en el sistema inmunitario mediante la liberación de citocinas proinflamatorias. • Implicación del sistema nervioso centralEl eje intestino-cerebro es central en el SII. El estrés psicológico altera las señales neurogastroentéricas, provocando un aumento de la secreción de serotonina, un neurotransmisor implicado en la motilidad intestinal y la regulación del estado de ánimo. Se ha observado una disminución de los transportadores de recaptación de serotonina en algunos pacientes, favoreciendo trastornos motores y sensitivos.

Factores desencadenantes y de riesgo

El SII suele resultar de la interacción de múltiples factores: • Estrés psicológico y antecedentes emocionales : El estrés crónico altera el eje intestino-cerebro y amplifica los síntomas. • Infecciones gastrointestinales : Una gastroenteritis aguda puede alterar de forma duradera la motilidad intestinal y el microbioma. • Alimentación desequilibrada : Las comidas ricas en azúcares fermentables (FODMAP) o en grasas agravan los síntomas. • Toma repetida de antibióticos : Esto puede provocar disbiosis, debilitando la barrera intestinal.

Signos clínicos

Los criterios diagnósticos del SII, tal como los definen los criterios de Roma II y III, permiten identificar la enfermedad en ausencia de anomalías biológicas o estructurales. • Dolores abdominales : Espasmódicos o difusos, aparecen durante el día y a menudo se alivian con la defecación o la expulsión de gases. • Trastornos del tránsito intestinal : Estreñimiento, diarrea o alternancia de ambos, con heces a veces mucosas. • Distensión y flatulencias : Percibidas como una distensión abdominal, a menudo se exacerban tras las comidas. • Síntomas extradigestivos asociados : Los pacientes también pueden presentar cefaleas, dolores pélvicos crónicos, dolores de espalda, o trastornos del sueño y fatiga crónica. Estas manifestaciones reflejan una implicación sistémica.

Diagnóstico

El diagnóstico del SII se basa en los criterios de Roma III y en la exclusión de otras patologías digestivas (enfermedades inflamatorias crónicas del intestino, enfermedad celíaca, intolerancia a la lactosa). Las pruebas complementarias incluyen: • Pruebas analíticas : Para descartar deficiencias nutricionales o síndromes inflamatorios. • Colonoscopia : Indicada en caso de signos de alarma (pérdida de peso, o síntomas recientes en pacientes mayores de 50 años).

Manejo

El tratamiento del SII se individualiza y tiene como objetivo mejorar los síntomas teniendo en cuenta los factores psicológicos y ambientales. • Cambios en la dieta : Evitar los alimentos desencadenantes, seguir una dieta baja en FODMAP (fermentables) o añadir fibra puede ser recomendable. • Medicamentos : Antiespasmódicos para el dolor, laxantes para el estreñimiento, o antidiarreicos. Los antidepresivos a baja dosis pueden prescribirse en caso de dolor severo o ansiedad asociada. • Terapias conductuales : Técnicas de manejo del estrés, como la terapia cognitivo-conductual o la hipnoterapia, muestran resultados prometedores. • Probióticos : Aunque la evidencia es limitada, algunos probióticos pueden mejorar los síntomas. El pronóstico del SII suele ser favorable. Aunque se trata de una enfermedad crónica, los síntomas pueden fluctuar y responder a tratamientos adecuados. No obstante, la calidad de vida puede verse significativamente alterada, requiriendo apoyo psicológico en las formas graves.

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Síndrome del intestino irritable : les compléments alimentaires les plus étudiés


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Bastante eficaces

Bifidobacterias  plus Lactobacilos

etudes12 estudios

Menta piperita  plus Alcaravea

etudes9 estudios
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Probablemente eficaces

Anís verde

etudes1 estudio  

Psyllium blond

etudes9 estudios

Melatonina

etudes4 estudios

Curcumina

etudes2 estudios

Fermentos lácticos

etudes12 estudios
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Pruebas insuficientes

Alcachofa

etudes2 estudios

Glutamina

etudes1 estudio  

Cúrcuma  plus Hinojo

etudes3 estudios

Pycnogenol

etudes1 estudio  

Pino marítimo

etudes1 estudio  

Milenrama   plus Boswellia  plus Jengibre

etudes1 estudio  

Boswellia  plus Lecitina

etudes3 estudios

Kamut

etudes2 estudios

Arcilla verde

etudes2 estudios
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