Síndrome de las piernas inquietas: complementos alimenticios más eficaces

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El síndrome de las piernas inquietas es una afección neurológica crónica que se manifiesta por una necesidad imperiosa de mover las extremidades inferiores, a menudo acompañada de sensaciones desagradables tales como hormigueo o ardor. Estas sensaciones aparecen principalmente en reposo y se intensifican por la tarde o durante la noche, pero se alivian parcialmente con el movimiento. Este síndrome también puede afectar otras partes del cuerpo, como las extremidades superiores, aunque las piernas sean las más frecuentemente afectadas.

Fisiopatología

El mecanismo fisiopatológico del síndrome de las piernas inquietas no está aún completamente dilucidado, pero varias hipótesis destacan una disfunción del sistema dopaminérgico así como trastornos del metabolismo del hierro.

Epidemiología

El síndrome de las piernas inquietas afecta entre el 7,2 % y el 11,5 % de la población general en los países occidentales. En Francia, aproximadamente el 8,5 % de la población está afectada, con una prevalencia mayor en las mujeres, especialmente después de los 45 años. El riesgo de desarrollar este síndrome aumenta con la edad y, en algunos casos, los síntomas pueden aparecer desde la infancia o la adolescencia. También es más frecuente en personas que padecen deficiencia de hierro, insuficiencia renal terminal o en mujeres embarazadas.

Síntomas

Los síntomas principales incluyen sensaciones desagradables en las piernas, como hormigueo, picor o ardor, que se acompañan de una necesidad irrefrenable de mover las extremidades. Estas sensaciones aparecen principalmente en reposo, en particular por la tarde y por la noche, y se alivian con el movimiento. Los pacientes suelen sufrir trastornos del sueño, lo que afecta su calidad de vida.

Etiologías

El síndrome de las piernas inquietas puede ser idiopático (sin causa identificable) o secundario a otras patologías. Las formas secundarias se asocian con frecuencia a deficiencias de hierro, neuropatías periféricas, insuficiencia renal crónica y embarazo. Los trastornos del metabolismo del hierro, especialmente los niveles bajos de ferritina, están fuertemente implicados en el desarrollo de este síndrome. También se observa con frecuencia en personas que padecen neuropatías diabéticas.

Tratamiento

El tratamiento se basa en el uso de agentes dopaminérgicos como el pramipexol y el ropinirol, que suelen ser eficaces para aliviar los síntomas. En pacientes con deficiencia de hierro se pueden prescribir suplementos de hierro. Otras opciones terapéuticas incluyen anticonvulsivos y, en los casos más graves, opioides. El tratamiento se adapta en función de la gravedad de los síntomas y de las comorbilidades posibles.


Síndrome de las piernas inquietas : les compléments alimentaires les plus étudiés


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Probablemente eficaces

Hierro

etudes3 estudios
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Pruebas insuficientes

Lavanda

etudes4 estudios