Migraña: los complementos alimenticios más eficaces

La migraña es una cefalea primaria, caracterizada por dolores de cabeza recurrentes que suelen ser unilaterales y pulsátiles. Este dolor suele ser de intensidad de moderada a severa, se agrava con la actividad física y puede ir acompañado de síntomas como náuseas, vómitos, hipersensibilidad a la luz o al ruido. Las migrañas se dividen principalmente en dos categorías: con aura o sin aura. Las migrañas con aura se manifiestan por alteraciones neurológicas transitorias, como anomalías visuales (escotomas centelleantes, fosfenos) o adormecimiento, que preceden a la cefalea. Las migrañas sin aura, más frecuentes, no presentan estos síntomas previos.

Fisiopatología

La migraña es una enfermedad en la que los nervios y los vasos sanguíneos juegan un papel central. Durante una crisis, ciertos desencadenantes como el estrés, la luz intensa o determinados alimentos activan áreas específicas del cerebro, particularmente sensibles en las personas con migraña. Esta activación provoca una inflamación y una dilatación de los vasos sanguíneos que rodean el cerebro. Paralelamente, un nervio importante llamado nervio trigémino, que controla las sensaciones de la cabeza, también se estimula. Este libera neuropéptidos sensitivos que aumentan la inflamación y amplifican el dolor percibido. Estas señales de dolor se transmiten luego al cerebro, lo que explica los intensos dolores de cabeza, a menudo acompañados de náuseas, sensibilidad a la luz y a los sonidos. Esta reacción en cadena está influida por una combinación de factores, entre ellos desequilibrios en los niveles de ciertos neurotransmisores como la serotonina, que desempeñan un papel clave en el control de los vasos sanguíneos y en la percepción del dolor. Así, la migraña resulta de una interacción compleja entre los nervios, los vasos sanguíneos y el cerebro, lo que la convierte en una condición difícil de tratar.

Síntomas

Los síntomas de la migraña incluyen un dolor unilateral y pulsátil, a menudo localizado en la región frontotemporal o retroorbitaria. Este dolor se exacerba con la actividad física. Los pacientes también pueden experimentar náuseas, vómitos, sensibilidad a la luz (fotofobia) y al ruido (fonofobia). La migraña puede ser precedida por un aura, que se manifiesta por alteraciones visuales, sensaciones de hormigueo o trastornos del habla.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo de la migraña incluyen el sexo femenino, la edad y una predisposición genética. Los factores ambientales incluyen el estrés, los cambios en el estilo de vida (como una mudanza o las vacaciones), la deshidratación, ciertos alimentos (como el chocolate y el alcohol), las fluctuaciones hormonales y la exposición a la luz o a olores fuertes. Otros factores incluyen la falta de sueño, las modificaciones en la rutina diaria y el abuso de cafeína.

Tratamiento

El tratamiento de la migraña se basa en un enfoque multimodal que incluye medicamentos para aliviar la crisis (como los triptanes, que actúan sobre los receptores serotoninérgicos) y tratamientos de mantenimiento para prevenir las crisis frecuentes. Los triptanes, por ejemplo, contrarrestan la vasodilatación y bloquean la liberación de neuropéptidos proinflamatorios. En los casos de migraña crónica, medicamentos como el topiramato y la toxina botulínica tipo A han mostrado una eficacia significativa.

Enfoques naturales

• Magnesio: Mejora la regulación neuronal y disminuye la frecuencia de las crisis. • Riboflavina (vitamina B2): Reduce la intensidad de las migrañas. • Plantas medicinales: El petasites y la manzanilla mayor poseen propiedades preventivas demostradas.