Menopausia: complementos alimenticios más eficaces
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La menopausia marca el final del periodo reproductivo en la mujer, generalmente alrededor de los 50 años. Se caracteriza por la cesación de la menstruación y de la ovulación, así como por una disminución drástica de las hormonas sexuales producidas por los ovarios, especialmente los estrógenos y la progesterona. Este proceso natural va acompañado de numerosos cambios fisiológicos y de síntomas variados.
Mecanismo hormonal
La menopausia se define por la detención de las menstruaciones, las secreciones hormonales ováricas (estrógenos y progesterona) y de la ovulación. Este fenómeno, consecuencia del agotamiento del capital folicular de los ovarios, conlleva importantes alteraciones hormonales, responsables de muchos síntomas.rnrnEn el centro del sistema hormonal femenino se encuentra el colesterol, precursor de las hormonas esteroides. Este se transforma en pregnenolona, luego en progesterona y en estrógenos (estradiol, estrona y estriol) en los ovarios y en las glándulas suprarrenales. Los estrógenos desempeñan un papel clave en la regulación del ciclo menstrual, el mantenimiento de la densidad ósea, la protección cardiovascular y el metabolismo de los lípidos. La progesterona estabiliza la mucosa uterina tras la ovulación y contribuye a regular las fases del sueño, además de modular el efecto de los estrógenos.rnrnDurante la menopausia, los ovarios disminuyen progresivamente su producción de hormonas sexuales, provocando un marcado desequilibrio hormonal. Los estrógenos, en particular el estradiol, descienden, lo que provoca un aumento compensatorio de los niveles de FSH y LH, secretados por la hipófisis. rnrnEste déficit hormonal tiene repercusiones sistémicas: el riesgo de osteoporosis aumenta; también aumentan los riesgos de hipertensión y de aterosclerosis; y aparecen los sofocos.Los sofocos: un síntoma bien conocido
Los sofocos están entre las manifestaciones más frecuentes de la menopausia, afectando hasta al 75 % de las mujeres posmenopáusicas. Se caracterizan por una sensación súbita de calor intenso que invade el tórax, el cuello y el rostro, a menudo acompañada de enrojecimiento, palpitaciones y sudoración. Estos episodios suelen durar de 30 segundos a unos minutos y pueden perturbar de forma significativa el sueño y la calidad de vida.rnrnLa fisiopatología de los sofocos sigue estando parcialmente aclarada, pero la carencia de estrógenos desempeña un papel importante. Este déficit provoca una disminución de los niveles de endorfinas y de catecolestrogenos, sustancias implicadas en la regulación térmica a nivel del hipotálamo. En respuesta, el hipotálamo libera más serotonina y noradrenalina, perturbando los centros termorreguladores y provocando una dilatación vascular rápida responsable de los sofocos. rnrnAlgunos estudios también sugieren un papel de la noradrenalina en la aparición de estos síntomas. De hecho, el aumento de la noradrenalina está implicado en la iniciación de los sofocos; este incremento se asocia a un déficit de estrógenos, ya que éstos modulan los receptores α2-adrenérgicos. Dado que los receptores α2 en el cerebro humano son receptores inhibidores y presinápticos, su bloqueo aumenta la liberación de noradrenalina.Dolores asociados a la menopausia
La menopausia se acompaña de diversos malestares que varían en intensidad de una mujer a otra. Estos síntomas son el resultado de la carencia hormonal, sobre todo de estrógenos y progesterona, y afectan a varios aspectos de la salud:rnrn• Sofocos: Estos episodios de calor intenso, a menudo repentinos, son frecuentes. Interfieren en la vida diaria y en el sueño, pudiendo provocar fatiga crónica.rnrn• Sequedad vaginal: La disminución de los estrógenos provoca atrofia de las mucosas, causando picor, sensación de quemazón y dolores durante las relaciones sexuales.rnrn• Trastornos del sueño: El insomnio o los despertares nocturnos suelen estar relacionados con los sofocos o los sudores nocturnos.rnrn• Fatiga y disminución de la energía: A menudo asociadas a los trastornos del sueño, también pueden deberse a modificaciones metabólicas.rnrn• Trastornos del estado de ánimo: Irritabilidad, ansiedad y depresión leve a moderada son frecuentes, amplificadas por las fluctuaciones hormonales.rnrn• Alteraciones de la piel y del cabello: La piel se vuelve más seca y fina, y el cabello puede perder densidad.rnrn• Dolores articulares: La disminución de los estrógenos favorece la inflamación y los dolores articulares, a menudo sentidos en las manos y las rodillas.rnrn• Trastornos cardiovasculares: El descenso de los estrógenos aumenta el riesgo de hipertensión y de enfermedades cardiovasculares.rnrn• Osteoporosis: La disminución de la densidad ósea expone a un mayor riesgo de fracturas.Protocolos para aliviar los malestares de la menopausia
Para aliviar los diversos malestares relacionados con la menopausia, los protocolos se basan principalmente en el uso de plantas y de complementos alimenticios adaptados a las necesidades específicas de las mujeres.rnrnLos sofocos y los sudores nocturnos, que alteran la calidad de vida, pueden atenuarse gracias a plantas como la salvia, reconocida por sus propiedades antisudoríficas, o la cimicifuga (actaea racemosa), que actúa sobre los receptores estrogénicos sin perturbar directamente los niveles hormonales. rnrnLa fatiga y los trastornos del sueño, frecuentes durante este periodo, pueden aliviarse con la rhodiola rosea, una planta adaptógena que mejora la resistencia al estrés, y con la griffonia simplicifolia, que favorece la producción de serotonina para un sueño reparador. La gemoterapia, en particular con los brotes jóvenes de arándano o de frambueso, actúa sobre los sistemas nervioso y hormonal para calmar estos síntomas.rnrnPara las mujeres que sufren de sequedad vaginal, el aceite de borraja o el aceite de onagra, ricos en ácidos grasos esenciales, ayudan a restaurar la hidratación de las mucosas. El yam (dioscorea), que contiene compuestos « similares a la progesterona », también contribuye a reequilibrar los niveles hormonales, proporcionando un alivio significativo.rnrnLos dolores articulares, frecuentes en la menopausia, pueden reducirse gracias a las propiedades antiinflamatorias del cúrcuma. Asociada con el magnesio, este protocolo mejora el confort articular y reduce las tensiones musculares.rnrnLos trastornos del estado de ánimo, como la depresión leve o la pérdida de memoria, pueden mejorar con el hipérico, eficaz para estabilizar el estado de ánimo, o con complementos como el zinc y las vitaminas del complejo B, que apoyan las funciones cognitivas. rnrnPor último, para proteger los huesos y el sistema cardiovascular, se recomiendan suplementos como la soja (isoflavonas), que reduce la pérdida ósea y mejora la salud cardíaca, así como los omega 3. Estos últimos desempeñan un papel clave en la prevención de las enfermedades cardiovasculares a menudo asociadas a la menopausia.
Menopausia : les compléments alimentaires les plus étudiés
Bastante eficaces
13 estudios
Probablemente eficaces
3 estudios
3 estudios
4 estudios
2 estudios
2 estudios
6 estudios
10 estudios
Pruebas insuficientes
2 estudios
5 estudios
4 estudiosAngélica china  

2 estudios
1 estudio  
1 estudio  
5 estudios
6 estudios
1 estudio  
5 estudiosOnagra  


5 estudiosTribulus Terrestris  


5 estudios
2 estudios

