Mejorar la capacidad de adaptación: suplementos alimenticios más eficaces

Las plantas adaptógenas, utilizadas durante mucho tiempo en las medicinas tradicionales, son hoy reconocidas por su capacidad única para ayudar al organismo a adaptarse al estrés, ya sea físico, emocional o ambiental. El término «adaptógeno» proviene del latín adaptare (ajustar) y del griego gen (producir), que refleja su papel en la regulación de las funciones del organismo.

¿Qué es una planta adaptógena?

Las plantas adaptógenas contienen sustancias bioactivas naturales que aumentan la resistencia del cuerpo frente a diversos factores de estrés. Ya sea de origen biológico, químico o físico, estas plantas ayudan a restablecer un equilibrio metabólico normal. La idea de «adaptógeno» fue popularizada en 1947 por el doctor Lazarev, que observó los efectos positivos de ciertas plantas en trabajadores sometidos a condiciones extremas. Desde entonces, numerosos estudios han confirmado su papel beneficioso para la salud, especialmente su capacidad para reforzar la resistencia a las infecciones, aumentar la energía e incluso ralentizar los efectos del envejecimiento.

¿Cómo funcionan los adaptógenos?

El mecanismo principal de las plantas adaptógenas radica en su capacidad para normalizar las funciones biológicas, sea cual sea la naturaleza de la patología. No perturban los sistemas biológicos más de lo necesario y tienen un efecto regulador, ya sea reduciendo o aumentando determinados parámetros según las necesidades. Por ejemplo, pueden elevar o bajar la presión arterial, calmar o estimular el sistema nervioso e incluso favorecer la pérdida o ganancia de peso.rnrnEl ginseng siberiano (Eleutherococcus senticosus), por ejemplo, actúa sobre el eje hipotálamo-hipófiso-suprarrenal (HPA) para modular la respuesta al estrés. Este proceso permite limitar el agotamiento de los neurotransmisores y hormonas responsables de la gestión del estrés, lo que evita que el organismo caiga en el agotamiento.

Los beneficios de los adaptógenos

Los adaptógenos son especialmente valorados por sus propiedades anti-estrés, antiinfecciosas y anti-fatiga. Actúan optimizando la respuesta del cuerpo ante situaciones estresantes, al tiempo que mejoran la resistencia y las capacidades físicas.rnEntre las plantas más conocidas se encuentran:rnrn• La rodiola (Rhodiola rosea): Utilizada para combatir el estrés emocional y nervioso, mejora los síntomas de la depresión leve a moderada. rnrn• La ashwagandha (Withania somnifera): Imprescindible en la medicina ayurvédica, ayuda a restablecer el equilibrio emocional y a mejorar el sueño. A diferencia de otras plantas tónicas, la ashwagandha es ideal para tomarla por la noche, ya que favorece la relajación sin alterar el sueño.rnrn• El ginseng (Panax ginseng): Conocido por su efecto estimulante general, el ginseng se utiliza ampliamente para aumentar la energía, estimular el sistema inmunitario y mejorar la concentración. Sin embargo, se recomienda no tomarlo al final del día.

Uso y precauciones

Los adaptógenos suelen estar disponibles en forma de complementos alimenticios, tinturas o infusiones. No obstante, es esencial tomar precauciones. Por ejemplo, la rodiola es algo tónica y debe consumirse por la mañana o al mediodía, mientras que la ashwagandha puede tomarse por la noche para favorecer la relajación. Para una eficacia óptima, la mayoría de los adaptógenos requieren una toma regular durante un período de tres a cuatro semanas antes de que sus efectos se manifiesten plenamente.rnrn