Hipertrigliceridemia: complementos alimenticios más eficaces

La hipertrigliceridemia es una condición en la que la concentración de triglicéridos en la sangre es demasiado alta. Los triglicéridos son un tipo de grasa que el cuerpo almacena para producir energía. Un nivel demasiado alto puede detectarse mediante un análisis de sangre, generalmente después de 12 horas de ayuno. Según los criterios médicos, un nivel normal de triglicéridos es inferior a 1,5 g/L, mientras que niveles moderadamente elevados se sitúan entre 1,5 y 2 g/L, y un nivel muy alto es superior a 5 g/L.

Síntomas

A menudo, la hipertrigliceridemia no presenta ningún síntoma particular y se descubre en un análisis de sangre de rutina. Sin embargo, en caso de niveles muy altos, pueden aparecer depósitos de grasa en forma de pequeños bultos amarillentos en la piel, llamados xantomas. Un riesgo importante es la pancreatitis aguda, una inflamación grave del páncreas que ocurre cuando los triglicéridos están demasiado altos.

Causas de la hipertrigliceridemia

La hipertrigliceridemia resulta de dos mecanismos principales: una sobreproducción de triglicéridos por el hígado o el intestino, o una disminución de su eliminación por el organismo. Cuando los niveles superan 10 g/L, esta condición puede alterar la circulación sanguínea en los pequeños vasos, en particular los del páncreas, provocando una inflamación llamada pancreatitis. La hipertrigliceridemia puede tener orígenes genéticos o estar relacionada con factores del estilo de vida o con enfermedades: • Causas genéticas (primarias): Algunas personas pueden tener anomalías hereditarias que les impiden metabolizar correctamente las grasas. Por ejemplo, enfermedades genéticas raras como la hiperquilomicronemia o la hipertrigliceridemia familiar. • Causas adquiridas (secundarias): Incluyen diversos factores relacionados con el estilo de vida, con enfermedades subyacentes y con el uso de ciertos medicamentos. Una alimentación desequilibrada, rica en grasas saturadas y azúcares de absorción rápida, junto con un estilo de vida sedentario, favorece el sobrepeso, la obesidad y la diabetes tipo 2, que son factores contribuyentes importantes a esta condición. Además, afecciones como la insuficiencia renal crónica o el hipotiroidismo pueden alterar el metabolismo de los lípidos, provocando una acumulación de triglicéridos en la sangre. El alcoholismo también desempeña un papel significativo al aumentar la síntesis de triglicéridos por el hígado. Por último, ciertos medicamentos, como los corticoides y los diuréticos, pueden perturbar el metabolismo lipídico y agravar esta situación. Estos distintos elementos subrayan la importancia de un seguimiento médico para identificar y tratar los factores subyacentes.

Medidas dietéticas

• Reducir la ingesta calórica, sobre todo en caso de sobrepeso. • Limitar los alimentos ricos en azúcares y las bebidas alcohólicas. • Comer más pescados grasos (ricos en omega-3), que ayudan a reducir los triglicéridos. • Hacer ejercicio regularmente para mejorar la salud en general.

Tratamientos farmacológicos

• Fibratos: Estos medicamentos se prescriben con frecuencia para reducir los niveles de triglicéridos. • Omega-3: Los suplementos a base de omega-3 pueden ayudar a regular los triglicéridos. • Estatinas: Principalmente usadas para reducir el colesterol, pueden prescribirse si es necesario un tratamiento más completo. • Ácido nicotínico: Usado con precaución debido a sus efectos secundarios.

Prevención

Para prevenir la hipertrigliceridemia, es esencial mantener un estilo de vida saludable: • Alimentación: Adoptar una dieta equilibrada, baja en grasas saturadas y azúcares. • Actividad física: Practicar regularmente una actividad física moderada, como caminar o ir en bicicleta. • Seguimiento médico: Los análisis de sangre regulares pueden ayudar a vigilar los niveles de triglicéridos y a detectar cualquier problema a tiempo.