Fibromialgia: suplementos alimenticios más eficaces

La fibromialgia es un síndrome clínico, caracterizado por dolores musculoesqueléticos crónicos, fatiga intensa, trastornos del sueño y, a menudo, síntomas cognitivos y emocionales como la depresión y la ansiedad. Este trastorno afecta entre el 2 % y el 4 % de la población, con predominio en mujeres.

Fisiopatología

La fisiopatología de la fibromialgia sigue sin comprenderse completamente. Las investigaciones destacan varios factores, en particular una sensibilización central, lo que significa que el sistema nervioso central reacciona de forma exagerada a los estímulos dolorosos. También están implicadas alteraciones hormonales y desequilibrios en neurotransmisores, como la serotonina y la sustancia P. El papel de las mitocondrias en el metabolismo energético también parece central, con observaciones de una disfunción mitocondrial que aumenta la producción de radicales libres y contribuye al estrés oxidativo. Este estrés oxidativo parece ser un factor clave en la aparición y la progresión de la enfermedad, creando un círculo vicioso de dolor y fatiga agravados.

Diagnóstico

El diagnóstico se basa principalmente en los criterios del American College of Rheumatology (ACR), que incluyen dolores generalizados durante más de tres meses, que afectan a varias zonas del cuerpo, y la presencia de puntos dolorosos específicos a la presión. Estos dolores suelen ir acompañados de fatiga crónica, trastornos del sueño y otros síntomas somáticos.

Síntomas

Las personas con fibromialgia se quejan de dolores generalizados, a menudo percibidos como quemazón o rigidez muscular. También refieren fatiga persistente, incluso después de un largo periodo de descanso, así como trastornos del sueño, como insomnio o sueño no reparador. Además, el «fibro-niebla» describe dificultades de concentración y memoria, lo que altera la vida cotidiana de los pacientes.

Factores nutricionales

El papel de la nutrición es importante en el manejo de la fibromialgia. Estudios muestran que ciertos déficits nutricionales, como la falta de magnesio, de vitamina D y de Coenzima Q10, son frecuentes en pacientes con fibromialgia. El magnesio, esencial para el buen funcionamiento de los músculos y para la modulación del dolor, puede mejorar algunos síntomas. Además, una alimentación rica en antioxidantes y baja en azúcares de rápida absorción ayuda a combatir el estrés oxidativo, uno de los mecanismos subyacentes de la enfermedad. El sobrepeso, a menudo asociado a la fibromialgia, agrava los síntomas. Una dieta equilibrada, rica en fibra y en omega-3, ayuda a regular la inflamación y a proteger el microbiota, que desempeña un papel clave en el manejo de los síntomas.

Tratamiento

El abordaje de la fibromialgia es multidisciplinario y combina intervenciones farmacológicas y no farmacológicas. Los antidepresivos y los anticonvulsivos se prescriben a menudo para modular el dolor y mejorar el sueño. Enfoques no farmacológicos, como la terapia cognitivo-conductual (TCC), ejercicios físicos adaptados, como el yoga y la natación, y técnicas de relajación son esenciales para mejorar la calidad de vida de los pacientes. La fibromialgia es una enfermedad crónica, pero con un manejo adecuado, muchos pacientes pueden mejorar su calidad de vida. La creciente comprensión de los mecanismos subyacentes ofrece vías prometedoras para nuevos tratamientos.