Epilepsia: los complementos alimenticios más eficaces

Mis à jour le

La epilepsia es una enfermedad neurológica crónica que se manifiesta por crisis recurrentes. Estas crisis son provocadas por una actividad eléctrica anómala y excesiva en el cerebro, lo que provoca diversas manifestaciones clínicas, entre ellas convulsiones, pérdidas de conciencia, movimientos involuntarios, así como alteraciones sensoriales o del comportamiento.

Fisiopatología de la epilepsia

La epilepsia se produce debido a una alteración de la actividad eléctrica normal en el cerebro. Las neuronas epileptógenas presentan una hiperexcitabilidad y una sincronización anómala, lo que conduce a descargas eléctricas excesivas. Esta anomalía puede deberse a causas estructurales, genéticas o a trastornos metabólicos. Las crisis epilépticas se producen cuando el umbral de descarga de las neuronas se reduce por debajo de cierto nivel, lo que desencadena una activación síncrona de grupos de neuronas.

Síntomas de la epilepsia

Los síntomas de la epilepsia varían según el tipo de crisis y la región del cerebro afectada. Las crisis generalizadas afectan a ambos hemisferios cerebrales y pueden presentarse de diferentes formas. Las crisis tónico-clónicas se caracterizan por contracciones musculares seguidas de sacudidas. Las ausencias provocan breves pérdidas de conciencia sin convulsiones. Las crisis mioclónicas se manifiestan por sacudidas musculares breves y súbitas, mientras que las crisis atónicas provocan una pérdida repentina del tono muscular, a menudo responsable de caídas. Las crisis focales, por su parte, solo afectan a una región específica del cerebro. Las crisis focales simples no provocan pérdida de conciencia, pero pueden acompañarse de movimientos.

Etiologías de la epilepsia

Las causas de la epilepsia son múltiples. A nivel genético, las anomalías hereditarias pueden afectar la función neuronal. Las causas estructurales incluyen lesiones cerebrales debidas a traumatismos, accidentes cerebrovasculares (ACV), malformaciones congénitas o tumores. La epilepsia también puede ser causada por infecciones del sistema nervioso central, como la meningitis o la encefalitis. Los desequilibrios electrolíticos o las enfermedades metabólicas congénitas también pueden ser responsables de la enfermedad. Por último, causas inmunológicas, tales como las encefalopatías autoinmunes (por ejemplo, la encefalopatía de Hashimoto), pueden contribuir a la aparición de la epilepsia.

Tratamiento de la epilepsia

El tratamiento de la epilepsia tiene como objetivo controlar las crisis y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Los medicamentos antiepilépticos, como la carbamazepina, el valproato y la lamotrigina, juegan un papel clave al estabilizar la actividad eléctrica neuronal. Para las formas de epilepsia focal resistentes a los tratamientos farmacológicos, se puede contemplar una intervención quirúrgica para extirpar la zona epileptógena del cerebro. Además, la dieta cetogénica, que es rica en grasas y baja en carbohidratos, ha demostrado ser eficaz en algunos pacientes, en particular en los niños. Otra opción consiste en utilizar la estimulación del nervio vago, un dispositivo implantado que reduce la frecuencia de las crisis al estimular dicho nervio. Por último, se pueden implementar terapias conductuales y psicológicas para ayudar a los pacientes a gestionar los aspectos psicológicos y sociales de la enfermedad.


Epilepsia : les compléments alimentaires les plus étudiés


icon

Bastante eficaces

CBD

etudes7 estudios
icon

Pruebas insuficientes

Bacopa

etudes1 estudio  

GABA  plus Fosfatidilserina

etudes2 estudios