Disfunción eréctil: suplementos alimenticios más eficaces

La disfunción eréctil, o trastorno de la erección, se define como la incapacidad persistente de un hombre para alcanzar o mantener una erección suficiente para permitir una relación sexual satisfactoria. Este fenómeno, aunque frecuente, puede ser fuente de angustia para las personas que lo padecen. La prevalencia de la disfunción eréctil es particularmente alta en pacientes diabéticos. Aproximadamente el 30 % de los hombres con diabetes tipo 1 y hasta el 46 % de los diabéticos tipo 2 la padecen. Los estudios, en particular el Massachusetts Male Aging Study (MMAS), muestran que la prevalencia de la disfunción eréctil es tres veces mayor en las personas diabéticas que en las que no lo son. Este riesgo aumenta con la edad, la duración de la diabetes, un mal control glucémico, así como la presencia de complicaciones degenerativas como la retinopatía o la nefropatía.

Fisiopatología

La disfunción eréctil en pacientes diabéticos es multifactorial e implica mecanismos vasculares, neurológicos, hormonales y psicológicos. La hiperglucemia crónica en estos pacientes conlleva una mayor producción de productos de glicación avanzada (AGE), alterando la elasticidad de los vasos sanguíneos y favoreciendo la aterosclerosis. La neuropatía diabética, que afecta a los nervios somáticos y autónomos, perturba el arco reflejo sacro, esencial para la erección. Otro factor es la disminución de la producción de óxido nítrico (NO), una molécula esencial para la relajación del músculo liso cavernoso, lo que dificulta la obtención de una erección. Paralelamente, factores psicológicos como la depresión y la ansiedad pueden agravar el trastorno.

Mecanismos bioquímicos de la erección

La erección del pene es un proceso complejo que involucra el sistema nervioso central y periférico, así como factores hormonales y vasculares. La estimulación sexual desencadena en el cerebro señales de excitación, que llevan a la liberación de óxido nítrico (NO) a nivel de los nervios parasimpáticos y de las células endoteliales del pene. El NO actúa como mensajero químico, activando la guanilato ciclasa, una enzima que transforma el guanosín trifosfato (GTP) en guanosín monofosfato cíclico (GMPc). Esta conversión provoca la relajación de los músculos lisos de las arterias peneanas y aumenta el flujo de sangre hacia el pene. La congestión sanguínea comprime las venas que normalmente drenan la sangre, atrapando la sangre en los cuerpos cavernosos y produciendo así una erección. La erección termina cuando el GMPc es degradado por la enzima fosfodiesterasa tipo 5, y por eso los inhibidores de esta enzima, como el sildenafil (Viagra®), son eficaces para prolongar la erección.

Etiologías

Las causas de la disfunción eréctil son variadas. La diabetes es una de las principales, implicando disfunciones vasculares, neurológicas y hormonales. Las enfermedades cardiovasculares, la hipertensión y la dislipidemia también están fuertemente correlacionadas con este trastorno, ya que afectan la función vascular. Los factores psicológicos, como la depresión o la ansiedad, también pueden desempeñar un papel importante en la aparición del trastorno.

Tratamiento

La abordaje de la disfunción eréctil se basa en un enfoque multidisciplinar, que incluye tratamientos médicos e intervenciones psicológicas: • Inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5 (IPDE5) : Son los tratamientos de primera línea, con eficacia demostrada en pacientes diabéticos. Medicamentos como el sildenafil (Viagra®), el tadalafil (Cialis®) y el vardenafil (Levitra®) mejoran la función eréctil al aumentar los niveles intracelulares de GMPc​. • Inyecciones intracavernosas : Las inyecciones de prostaglandina E1 son eficaces para inducir erecciones suficientes en pacientes diabéticos, incluso en ausencia de estimulación sexual​​. • Dispositivos mecánicos : Las bombas de vacío pueden utilizarse, pero su aceptabilidad suele ser limitada debido al malestar y a los aspectos estéticos​​. • Prótesis peneanas : Para los casos refractarios a los tratamientos médicos, la implantación de prótesis peneanas ofrece una solución eficaz y duradera​. Para reducir el riesgo de disfunción eréctil, se aconseja mantener una buena higiene de vida. Esto incluye medidas tales como dejar de fumar, limitar el consumo de alcohol, controlar el peso y practicar actividad física de forma regular. Adoptar un estilo de vida saludable también permite limitar otros factores de riesgo, como los trastornos vasculares, hormonales o neurológicos, que con frecuencia están implicados en este trastorno. El manejo del estrés, un sueño de calidad y el acompañamiento psicológico en caso de ansiedad o depresión contribuyen asimismo a preservar la función eréctil.