Catarata: complementos alimenticios más eficaces
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La catarata es una afección ocular común que se caracteriza por una opacificación progresiva del cristalino, una lente biconvexa situada en el interior del ojo, que permite enfocar las imágenes en la retina. Este trastorno provoca una pérdida progresiva de la transparencia del cristalino y, sin tratamiento, puede conducir a la ceguera. La catarata es la primera causa de ceguera reversible en el mundo.
Epidemiología
La prevalencia de la catarata aumenta con la edad. Casi el 10 % de las personas de 50 a 59 años presentan signos de opacificación del cristalino, cifra que asciende al 81 % en los mayores de 80 años. En 2015, la catarata fue responsable del 51 % de los casos de ceguera en el mundo, afectando a aproximadamente 12,6 millones de personas. Afecta con mayor frecuencia a las mujeres que a los hombres, y su incidencia se ve exacerbada por factores como la exposición a los rayos UV, el tabaquismo y algunas enfermedades metabólicas como la diabetes.Fisiopatología
El cristalino está compuesto principalmente de agua y proteínas, cuya transparencia es esencial para su función. La catarata se produce cuando este equilibrio se altera, provocando la acumulación de proteínas y una pérdida de transparencia. Varios mecanismos son responsables de la catarata: • Oxidación de las proteínas: El estrés oxidativo es uno de los factores clave en la formación de las cataratas. El cristalino contiene niveles elevados de glutatión reducido, una molécula antioxidante potente. Cuando los niveles de glutatión disminuyen, las proteínas del cristalino se oxidan, pierden su transparencia y se vuelven insolubles. • Alteraciones electrolíticas: Un desequilibrio osmótico dentro del cristalino, especialmente una elevación del calcio, puede provocar una alteración de la membrana celular y de la estructura cristalina. • Productos de glicación avanzada (AGE): Estos compuestos, formados por la unión de azúcares a las proteínas, aceleran la degradación de las proteínas del cristalino, contribuyendo a la aparición de la catarata, sobre todo en pacientes diabéticos.Factores de riesgo
Varios factores aumentan el riesgo de desarrollar catarata: • La edad: Es el factor principal, con un aumento significativo de los casos después de los 50 años. • Exposición a los UV: Una exposición prolongada y sin protección a la luz solar contribuye a la opacificación del cristalino. • Tabaquismo y alcohol: Ambos factores se relacionan con un aumento del estrés oxidativo, acelerando el envejecimiento del cristalino. • Enfermedades metabólicas: La diabetes, debido a los niveles elevados de glucosa en sangre, favorece la glicación de las proteínas del cristalino. • Corticosteroides: El uso prolongado de estos medicamentos también se asocia con un mayor riesgo de catarata.Síntomas
La catarata se manifiesta con varios síntomas, entre ellos: • Pérdida progresiva de la agudeza visual: La visión se vuelve borrosa o velada, a menudo descrita como si los objetos se vieran a través de un vidrio empañado. • Fotofobia: Sensibilidad aumentada a la luz, sobre todo al aire libre o bajo luces intensas. • Deslumbramientos: La visión nocturna se ve afectada, con halos alrededor de las fuentes luminosas. • Alteración de la percepción del color: Los colores parecen más apagados, especialmente los tonos azules, que se vuelven más difíciles de distinguir. • Diplopía monocular: Puede aparecer visión doble en el ojo afectado por la catarata.Diagnóstico
El diagnóstico de la catarata se basa principalmente en exámenes clínicos, entre los que la medida de la agudeza visual es un elemento central. Esta evaluación permite cuantificar la pérdida de visión e identificar los efectos específicos de la catarata sobre la capacidad visual del paciente. Otra prueba fundamental consiste en examinar el cristalino tras la dilatación de la pupila con gotas oftálmicas. Este examen permite al médico observar la opacificación del cristalino y evaluar su localización y extensión. Se distinguen varias formas de catarata según su localización en el cristalino, como la catarata nuclear, cortical o subcapsular posterior. Cada tipo presenta características específicas que influyen en la forma en que se afecta la visión. La catarata nuclear, por ejemplo, tiende a provocar visión borrosa principalmente de lejos, mientras que la catarata cortical suele asociarse con deslumbramientos, especialmente en presencia de luces intensas.Tratamiento
El único tratamiento eficaz de la catarata es quirúrgico. El procedimiento estándar consiste en extraer el cristalino opacificado y reemplazarlo por una lente intraocular artificial. Esta intervención, denominada facoemulsificación, se ha convertido en una cirugía de rutina, realizada bajo anestesia local con una tasa de éxito muy alta. Tras la intervención, la recuperación visual suele ser rápida y los pacientes pueden retomar sus actividades normales en los días siguientes. En algunos casos, sigue siendo necesaria una corrección visual con gafas o lentes de contacto, pero la mayoría de los pacientes recuperan una excelente calidad de vida.Pronóstico y prevención
El pronóstico de la catarata tras la intervención quirúrgica es generalmente excelente, con una restauración significativa de la visión para la mayoría de los pacientes. La facoemulsificación ofrece resultados rápidos y duraderos. La recuperación visual comienza desde las primeras horas tras la operación, y la mayoría de los pacientes recupera una visión funcional en los días posteriores. No obstante, sin tratamiento, la catarata progresa lentamente y puede acabar en ceguera total, especialmente en las personas mayores. Para prevenir la aparición de la catarata, es esencial minimizar la exposición a los principales factores de riesgo. Una de las medidas preventivas más eficaces consiste en proteger los ojos de los rayos ultravioleta usando gafas de sol que filtren los UV. Dejar de fumar y moderar el consumo de alcohol son también recomendaciones importantes, ya que estos hábitos aumentan el estrés oxidativo, un factor en la opacificación del cristalino. A nivel nutricional, una dieta rica en antioxidantes, especialmente en vitaminas C y E, desempeña un papel protector al limitar los daños causados por los radicales libres en el cristalino. Por último, para las personas con diabetes, el control estricto de la glucemia es indispensable, ya que una mala gestión acelera la aparición de la catarata.Semiología y formas clínicas de la catarata en el adulto
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La catarata, una patología frecuente
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