Belleza del cabello: los complementos alimenticios más eficaces

El cabello es mucho más que un mero atributo estético. Reflejan nuestra salud global y evidencian nuestros hábitos de vida. Pero para cuidarlos adecuadamente, es esencial comprender su composición, los factores que influyen en su calidad y las soluciones disponibles para mantenerlos saludables.

La estructura del cabello

Cada cabello es una estructura queratinizada compleja que crece desde el folículo piloso, una cavidad situada en la dermis. El propio cabello se compone de tres capas principales: • La cutícula, capa externa protectora formada por escamas superpuestas, proporciona una barrera contra las agresiones externas. Una cutícula sana es sinónimo de cabello brillante. • La corteza, que representa la parte principal del cabello, contiene proteínas (especialmente queratina) y pigmentos de melanina responsables del color del cabello. • La médula, en el centro del cabello, a veces está ausente y desempeña un papel menor en la estructura capilar. El folículo piloso está conectado a la red vascular, suministrando al cabello los nutrientes necesarios para su crecimiento. Este proceso sigue un ciclo de tres fases: la fase de crecimiento (anágena), la fase de transición (catágena) y la fase de reposo (telógena).

Encanecimiento prematuro

El encanecimiento es un fenómeno natural relacionado con la disminución de la producción de melanina. Sin embargo, factores como el estrés, deficiencias de vitamina B12 o trastornos metabólicos pueden acelerar este proceso. La acumulación de peróxido de hidrógeno (vinculada al estrés oxidativo) en los folículos capilares también desempeña un papel, al inhibir la síntesis de melanina. Una dieta rica en antioxidantes puede ralentizar este proceso.

Alopecia o pérdida de cabello

La caída del cabello, ya sea temporal o crónica, está influenciada por factores genéticos, hormonales o ambientales. Los desequilibrios hormonales, el estrés y la deficiencia de hierro o de zinc figuran entre las principales causas. La alopecia androgénica, en particular, está relacionada con la sensibilidad de los folículos a las hormonas andrógenas.

Nutrientes esenciales

El cabello necesita un conjunto de nutrientes esenciales para mantener su salud, su vitalidad y su aspecto. Entre las proteínas, la queratina juega un papel fundamental, y su integridad depende de una ingesta suficiente de aminoácidos esenciales. La biotina, también conocida como vitamina B8, es esencial para la síntesis de la queratina, y aunque una deficiencia es rara en las dietas occidentales, puede provocar pérdida de cabello o una textura frágil. El hierro, esencial para la oxigenación de los folículos, suele asociarse a la pérdida de cabello cuando hay deficiencia. Esta carencia es especialmente frecuente en mujeres con menstruaciones abundantes o en personas que siguen dietas pobres en carne. La vitamina C, por su parte, facilita la absorción del hierro y contribuye a la síntesis de colágeno, un componente clave del cuero cabelludo. Las vitaminas D y E aportan un apoyo complementario. La vitamina D interviene en el ciclo de crecimiento de los folículos y su déficit se relaciona con condiciones como la alopecia. La vitamina E, gracias a sus propiedades antioxidantes, protege las células de los folículos contra el estrés oxidativo. Oligoelementos como el zinc y el selenio también desempeñan papeles cruciales. El zinc participa en la reparación celular y en la regulación del crecimiento de los folículos, mientras que el selenio actúa como cofactor de enzimas antioxidantes, aunque un exceso de este último puede paradójicamente causar pérdida de cabello. Por último, los ácidos grasos esenciales y las vitaminas liposolubles (A y K) son importantes para nutrir el cuero cabelludo y prevenir la sequedad. Una alimentación equilibrada y rica en estos nutrientes es, por tanto, indispensable para mantener la salud capilar, como lo muestran las investigaciones recientes.