Artritis: los complementos alimenticios más eficaces

La artritis es un término genérico que engloba varias afecciones que afectan a las articulaciones, todas caracterizadas principalmente por una inflamación articular. A diferencia de la artrosis, que es una enfermedad degenerativa, la artritis se manifiesta por una inflamación que puede ser aguda o crónica, afectando a una o varias articulaciones. Esta inflamación provoca dolor, hinchazón, rigidez, y puede conducir a una reducción de la movilidad articular y alterar la calidad de vida de las personas afectadas.

Etiología

Las causas de la artritis son variadas e incluyen factores genéticos, autoinmunes, metabólicos y ambientales. Entre las formas más comunes de artritis se encuentran la artritis reumatoide, una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunitario ataca las articulaciones, y la gota, una afección metabólica relacionada con la acumulación de cristales de ácido úrico en las articulaciones. Otras formas de artritis pueden resultar de infecciones, lesiones o trastornos metabólicos.

Síntomas

Los síntomas de la artritis varían según el tipo específico y la gravedad de la enfermedad. Sin embargo, los síntomas comunes incluyen: • Dolor articular: A menudo intenso, se exacerba con el movimiento y puede empeorar por la noche. • Hinchazón y enrojecimiento: Las articulaciones afectadas pueden aparecer hinchadas y estar calientes al tacto. • Rigidez: Particularmente marcada por la mañana o después de periodos de inactividad. • Disminución de la movilidad: La pérdida de flexibilidad articular es frecuente. • Fatiga: La inflamación sistémica puede provocar una fatiga general. Estos síntomas pueden evolucionar en brotes, con periodos de intensificación de los síntomas seguidos de periodos de remisión.

Tratamientos

El tratamiento de la artritis depende del tipo y la severidad de la enfermedad, pero generalmente tiene como objetivo reducir la inflamación, aliviar el dolor y mejorar o mantener la función articular. • Medicamentos: Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) se usan comúnmente para reducir el dolor y la inflamación. Los corticosteroides pueden administrarse en forma de inyecciones para un alivio rápido de los síntomas agudos. En algunos casos, se utilizan inmunosupresores o medicamentos biológicos para modular la respuesta inmunitaria. • Oligoelementos: Los tratamientos complementarios con oligoelementos, como el oro (400 microgramos por día), el selenio (de 100 a 300 microgramos por día), el cobre (1 mg por día) y el silicio (25 mg por día), pueden contribuir a modular la reacción inflamatoria y a aliviar los tratamientos clásicos. • Suplementos y Fitoterapia: La incorporación de suplementos como los omega-3, la glucosamina y la condroitina, así como tratamientos fitoterapéuticos (como el boswellia), puede ayudar a reducir la inflamación y a apoyar la salud articular. La cúrcuma y la uña de gato también se utilizan por sus propiedades antiinflamatorias.

Prevención

La prevención de la artritis se basa en un conjunto de medidas destinadas a reducir los factores de riesgo y a mantener la salud articular. Aquí algunas estrategias preventivas: • Estilo de vida saludable: Mantener un peso saludable, practicar actividad física regular y adecuada, y seguir una dieta equilibrada rica en antioxidantes, omega-3 y oligoelementos son esenciales para prevenir la aparición o el empeoramiento de la artritis. También existen estrategias naturopáticas que incluyen la regulación del equilibrio ácido-base y la eliminación de cristales (como los del ácido úrico) mediante tratamientos desintoxicantes. • Suplementación: Debe prestarse especial atención a la ingesta de oligoelementos y vitaminas esenciales, especialmente selenio, zinc y vitamina C, que desempeñan un papel clave en la reducción de la inflamación y el mantenimiento de la salud articular.