Acúfenos: complementos alimenticios más eficaces

El acúfeno es un síntoma auditivo común, caracterizado por la percepción de sonidos en ausencia de cualquier estimulación sonora externa. Según el diccionario Larousse, se trata de una «sensación auditiva percibida en ausencia de cualquier estimulación externa al organismo». A diferencia de algunas afecciones auditivas provocadas por sonidos de origen externo (sonidos audibles, infra- o ultrasonidos, campos electromagnéticos), el acúfeno se manifiesta independientemente del entorno sonoro. Por tanto, es un signo de una patología subyacente, pero no es una enfermedad en sí.

Síntomas

Las personas con acúfenos describen a menudo una variedad de sonidos internos, como silbidos, zumbidos, pulsaciones o chasquidos. Aunque es frecuente oír brevemente estos sonidos en entornos extremadamente silenciosos, estos ruidos se vuelven problemáticos cuando persisten en ambientes sonoros normales, causando molestia e incomodidad. Los acúfenos pueden percibirse de manera constante o intermitente, y su intensidad varía de una persona a otra.

Causas posibles

Se distinguen dos tipos principales de acúfenos: los acúfenos objetivos y los acúfenos subjetivos. Los acúfenos objetivos, más raros, pueden ser escuchados o registrados durante un examen médico. A menudo son causados por anomalías vasculares, que requieren pruebas radiológicas adecuadas, o por patologías neurológicas subyacentes. En contraste, los acúfenos subjetivos, mucho más frecuentes, solo son percibidos por el paciente. Su mecanismo es más complejo y comparte similitudes con los síndromes dolorosos experimentados tras una amputación.

Tratamientos y gestión

No existe un tratamiento universal para eliminar los acúfenos, pero diversas estrategias pueden ayudar a atenuar sus efectos. El tratamiento varía según la causa identificada. En algunos casos se prescriben medicamentos para tratar una condición específica, como una infección o una anomalía vascular. Los pacientes con pérdida auditiva pueden beneficiarse de audífonos, que ayudan no solo a mejorar la audición, sino también a reducir la percepción de los acúfenos. Uno de los métodos más efectivos es el uso de generadores de ruido blanco para enmascarar los acúfenos. La terapia de reentrenamiento del tinnitus (TRT), que combina el enriquecimiento sonoro y el uso de generadores de ruido durante un periodo de 12 a 18 meses, suele ir acompañada de sesiones de asesoramiento para ayudar al paciente a manejar mejor la percepción de estos sonidos internos. Además, las terapias cognitivo-conductuales (TCC) han demostrado ser eficaces para tratar las reacciones emocionales y psicológicas relacionadas con los acúfenos, sobre todo reduciendo el estrés y la ansiedad que pueden provocar.

Aprender a vivir con los acúfenos

Los acúfenos crónicos pueden ser incapacitantes, pero el manejo se basa en un enfoque personalizado. Es esencial comprender el fenómeno para disminuir la preocupación relacionada con este síntoma. Enriquecer el entorno sonoro, por ejemplo utilizando generadores de sonido o sonidos relajantes, permite desviar la atención de los acúfenos. Las técnicas de relajación, como la meditación o la práctica del yoga, también se recomiendan para reducir el estrés, factor que agrava los acúfenos.