Cese del tabaquismo: los complementos alimenticios más eficaces

El tabaquismo es un problema importante de salud pública que provoca una alta morbilidad y mortalidad en todo el mundo. De hecho, según las estimaciones de la OMS, el tabaco es responsable de más de seis millones de muertes al año, la mayoría por enfermedades cardiovasculares, cánceres y patologías respiratorias. En Francia, a pesar de las numerosas campañas de concienciación y las políticas de salud destinadas a reducir el consumo, una parte importante de la población sigue siendo dependiente del tabaco. Dejar de fumar es un gran desafío para los fumadores debido a la dependencia física y psicológica que induce la nicotina.

Mecanismos de dependencia

La dependencia al tabaco resulta de varios factores psicoconductuales y farmacológicos, principalmente relacionados con la nicotina, un alcaloide presente en el humo del cigarrillo. Cuando una persona fuma, la nicotina atraviesa rápidamente la barrera entre los pulmones y la sangre (barrera alveolo-capilar), y llega al cerebro en menos de diez segundos. Una vez en el cerebro, se fija a receptores específicos (los receptores α4β2), que forman parte del «sistema hedónico», también llamado «circuito de la recompensa». Esta activación desencadena la liberación de dopamina, creando una sensación de placer y recompensa, lo que contribuye a reforzar el comportamiento de consumo. La dependencia se manifiesta por un refuerzo positivo (los efectos placenteros de la nicotina) y negativo (la reducción de los síntomas de abstinencia tales como la irritabilidad o la ansiedad).​

Clasificación de los fumadores

Los fumadores pueden clasificarse en varias categorías según su nivel de consumo y de dependencia. Se distinguen, entre otros: • Los fumadores ligeros : consumen menos de cinco cigarrillos al día, sin señales evidentes de dependencia. • Los fumadores intermitentes : alternan periodos de consumo y de abstinencia. • Los fumadores pesados dependientes : consumen más de 15 cigarrillos al día con una puntuación alta en el test de Fagerström, lo que indica una fuerte dependencia​. • Los fumadores irreductibles : estos fumadores, que representan aproximadamente el 5-10 % del conjunto de fumadores, son muy dependientes y muestran una baja motivación para dejarlo, a menudo debido a una escasa conciencia de los riesgos para la salud.

Estrategias de manejo

Las estrategias de abordaje del abandono del tabaco pueden incluir diversas aproximaciones farmacológicas, conductuales y psicológicas para ayudar a los fumadores a superar su dependencia de la nicotina y prevenir las recaídas. El modelo de las «5 A» suele recomendarse en el tratamiento del abandono tabáquico: • Ask (Interrogar): preguntar sistemáticamente por el estado tabáquico de los pacientes. • Advise (Aconsejar): aconsejar dejar de fumar de forma clara y personalizada. • Assess (Evaluar): valorar la motivación del paciente para dejar de fumar. • Assist (Ayudar): proponer un tratamiento y fijar una fecha de abandono. • Arrange (Organizar): planificar un seguimiento para prevenir la recaída y ajustar el tratamiento si es necesario​. La sustitución nicotínica es uno de los métodos farmacológicos más utilizados. Consiste en la administración de nicotina por medios menos dañinos que el cigarrillo, como parches, chicles, inhaladores, sprays o pastillas. Esto permite reducir los síntomas de abstinencia al tiempo que se disminuye progresivamente la dependencia​. La vareniclina (Champix©) es un agonista parcial de los receptores nicotínicos, diseñado para reducir los síntomas de abstinencia y atenuar el placer asociado al tabaquismo, facilitando así el abandono. El bupropión (Zyban©) actúa como inhibidor de la recaptación de la dopamina y de la noradrenalina. Se utiliza como alternativa a los sustitutos nicotínicos, en particular en personas que no pueden utilizarlos, ofreciendo una opción terapéutica eficaz para dejar de fumar. Finalmente, las TCC buscan modificar los comportamientos y los esquemas cognitivos asociados a la dependencia al tabaco. Estas terapias pueden utilizarse durante las fases de preparación, de abandono y de prevención de recaídas. Permiten a los pacientes adquirir estrategias para manejar las situaciones de alto riesgo y superar las ganas de fumar. Una combinación de tratamiento farmacológico y TCC suele ser más eficaz​.