Mejores enzimas digestivas en cápsulas
Nuestros criterios de selección
- Origen : las enzimas pueden ser de origen animal, vegetal o microbiano.
- Composición : enzimas digestivas contenidas en el complemento alimenticio.
- Cantidad de lactasa : la lactasa es esencial para la digestión de los productos lácteos (en ALU).
- Certificado de análisis : verificación de la ausencia de metales pesados y de solventes sospechosos
- Precio / día : se trata del precio por día del tratamiento a la dosis diaria recomendada por la marca.
- Opiniones de clientes : estas opiniones sobre el producto se recogen del sitio de la marca, de sitios de reseñas o de Amazon.
- Nuestra opinión sobre la marca : tras las pruebas de marcas de complementos alimenticios que realizamos cada mes.
Nuestra elección
Marque : Nutri&Co
Origine : non-animale
Composition : lipase, papaïne, protéase, amylase, cellulase, α-galactosidase, pissenlit
Quantité de lactase : 12 000 ALU
Certificat d’analyse : conforme
Prix / jour : 0,86€
Avis clients : 4,8/5 (ekomi.fr)
Hemos seleccionado el complemento de enzimas digestivas de Nutri&Co por la calidad de su composición nutricional.
En efecto, contiene 7 enzimas con una actividad elevada, lo que permite tanto luchar contra la intolerancia a los productos lácteos como hacer frente a una comida copiosa.
Este complemento contiene una gran cantidad de lactasa (12 000 ALU por 2 cápsulas) para ofrecer una eficacia real contra la intolerancia a la lactosa.
Nos gusta la marca Nutri&Co porque es fiable y transparente (leer nuestro análisis completo aquí para saber más). Además, observamos que las opiniones de los clientes son muy buenas.
Esta marca está radicada en Aix-en-Provence y otorga una importancia particular a la calidad de los activos de sus productos.
¿Para qué sirven las enzimas digestivas?
Proteínas esenciales para la digestión
Las enzimas digestivas son producidas naturalmente por el organismo. Son proteínas que favorecen las reacciones bioquímicas en nuestro cuerpo.
Durante la digestión, su función es trocear las sustancias alimentarias para facilitar su asimilación: se habla de hidrólisis de los alimentos.
Existen 3 tipos principales de enzimas digestivas.
Los glicolíticos
La amilasa, por ejemplo, es una enzima secretada por las glándulas salivales y el páncreas, que permite la digestión de los azúcares de absorción lenta (descompone los carbohidratos en moléculas de glucosa).
La lactasa es una enzima que ayuda a la digestión de la leche.
Los lipolíticos
Las lipasas, por su parte, se ocupan de las grasas, se encuentran en el estómago y en el intestino, donde rompen los triglicéridos.
Estos lípidos pueden conducir a trastornos cardiovasculares cuando están presentes en exceso en nuestro cuerpo. Además, sin lipasa, las vitaminas liposolubles (A, D, E, K) escasean.
Los proteolíticos
Las proteasas, en particular la pepsina, degradan las proteínas en aminoácidos. Esta enzima también tiene un papel de barrera a nivel intestinal y preserva la integridad de las membranas digestivas.
Una deficiencia de proteasas puede provocar alergias o la aparición de agentes extraños en el intestino.
Las enzimas están presentes en todo nuestro tubo digestivo: la amilasa se encuentra en la boca, la pepsina en el estómago, la lipasa, las proteasas, la amilasa en el páncreas, y la lactasa en el intestino.
¿Cuándo hace falta suplementarse con enzimas digestivas?
Las enzimas digestivas son por tanto esenciales para facilitar la digestión, en particular en algunas patologías donde el sistema digestivo asimila mal los nutrientes aportados.
Este es el caso de la insuficiencia pancreática exocrina, un trastorno que provoca problemas en la producción de enzimas digestivas o en su acción.
Las situaciones de intolerancia alimentaria también pueden mejorar con la toma de enzimas digestivas.
El envejecimiento natural del organismo induce deficiencias enzimáticas, reduciendo la correcta absorción de los alimentos y provoca la aparición de trastornos digestivos.
Por último, en caso de comidas demasiado copiosas, nuestras enzimas digestivas pueden tener dificultades para hidrolizar la totalidad del bolo alimenticio.
Los alimentos quedan entonces incompletamente digeridos, y fermentan en nuestro tubo digestivo. Esto provoca la aparición de trastornos digestivos como hinchazón o gases.
La suplementación no reemplaza nuestras enzimas endógenas, pero puede venir en refuerzo del trabajo de nuestras enzimas naturales.

Los beneficios de las enzimas digestivas
Una acción sobre la digestión
Los trastornos digestivos pueden surgir cuando la digestión es incompleta: hinchazón, diarreas, dolores estomacales, calambres.
Durante un estudio, 62 personas que sufrían trastornos digestivos tomaron, durante 5 días, ya sea una cápsula de un complejo enzimático, o una cápsula de domperidona, un medicamento utilizado principalmente para aliviar las náuseas y los vómitos.
El complejo enzimático resultó más eficaz que el medicamento para reducir los dolores abdominales.
Para los otros síntomas (hinchazón, ardor gástrico, náuseas) los dos productos tuvieron la misma eficacia.
Una acción sobre la intolerancia al gluten
Entre 1 y 6 % de la población sufriría de SGNC: sensibilidad al gluten no celíaca. ,
Los síntomas comprenden fatiga, dolores de cabeza, hinchazón, y alternancia de diarrea y estreñimiento.
Se observan en personas que consumen alimentos que contienen gluten, y que se encuentran mejor cuando siguen una dieta sin gluten, pero que no padecen la enfermedad celíaca.
Esta sensibilidad reduce la calidad de vida de los pacientes. Un ensayo clínico con una mezcla de enzimas concluyó en una reducción significativa de los síntomas en estas personas tras la administración de la mezcla, en comparación con el placebo.
La mejoría fue particularmente marcada en la sensación de evacuación incompleta y los dolores de cabeza.
Una acción sobre la intolerancia a la lactosa
El 80 % de la población mundial (de más de 7 años) es intolerante a la lactosa, según France Assos Santé.
El déficit de lactasa, la enzima principal que permite la correcta digestión de la lactosa, es la causa principal de la mala absorción de la lactosa y de los trastornos gastrointestinales que la acompañan.
Nuevas observaciones indican que las enzimas digestivas pueden mejorar la intolerancia a la lactosa, reducir los trastornos digestivos y la malabsorción.
Una acción sobre las patologías digestivas
Como recuerda este estudio, las enzimas digestivas se usan como tratamiento en las patologías que afectan al páncreas, pudiendo producir malnutrición (insuficiencia pancreática, pancreatitis, cáncer).
También constituyen una de las terapias indicadas en pacientes con fibrosis quística o diabetes.
Una suplementación puede mejorar significativamente la calidad de vida de estos pacientes.
Por último, las enzimas digestivas también se consideran prometedoras en el manejo de la enfermedad celíaca (intolerancia al gluten) como complemento de otros tratamientos.
Una acción sobre el mal aliento
Como muestra este análisis, la actividad de ciertas enzimas digestivas, en particular la beta-galactosidasa, está relacionada con el olor bucal.
La beta-galactosidasa, que forma parte de las lactasas, es una de las enzimas más importantes para la descomposición de la lactosa.
Al medir el nivel de la beta-galactosidasa en la saliva, se evalúa indirectamente la síntesis de sustancias malolientes en la boca.
Además, una mala digestión puede provocar la aparición de mal aliento. Así, una actividad suficiente de las enzimas digestivas permite mantener un aliento sano.
Las diferentes formas de enzimas digestivas
En cápsulas
Las enzimas digestivas suelen encontrarse en forma de cápsulas, ya que esta presentación permite mezclar fácilmente varios tipos de enzimas.
La fabricación es fácil y el coste moderado. Las cápsulas enmascaran el sabor y los olores.
Sin embargo, son sensibles a la humedad y pueden dificultar la deglución en caso de problemas.
De una a tres tomas al día pueden ser necesarias para cubrir las necesidades.
En comprimido
También existe esta forma, obtenida por compresión de polvos. La ventaja del comprimido es su fácil conservación. Los comprimidos también permiten una dosificación precisa.
Sin embargo, la fabricación de comprimidos puede recurrir a sustancias químicas, en detrimento de la calidad del producto final.
En polvo
El polvo se diluye en agua o se espolvorea en los alimentos. Puede contener un tipo de enzima única (papaína, bromelina) o un complejo de enzimas.
Esta forma a granel generalmente tiene poca dosificación, o requiere varias tomas. Sensible a la oxidación y a la humedad, por tanto pueden ser más fácilmente contaminadas por gérmenes.

Los criterios a tener en cuenta
1. Origen de las enzimas digestivas
Animal
Las enzimas digestivas de origen animal provienen del estómago o del páncreas de vacas o de cerdos.
No son eficaces en todo el proceso digestivo, porque funcionan sobre todo en presencia de un pH elevado, es decir, a nivel del estómago.
Este tipo de enzima es capaz de descomponer las proteínas, ayudando así a su digestión, pero son menos eficaces con los azúcares y las grasas.
Se encuentra la pancreatina, un polvo que contiene una mezcla de enzimas pancreáticas (pepsina, lipasa, tripsina…). Esta pancreatina se utiliza como medicamento en el tratamiento de las insuficiencias pancreáticas.
Vegetal
Algunos alimentos poseen naturalmente enzimas digestivas: la papaya o la piña contienen proteasas (papaína y bromelina), los plátanos y los mangos contienen amilasa, los aguacates o las manzanas contienen lipasas, etc.
Son eficaces a diferentes niveles de pH, y ayudan así a la digestión desde el estómago hasta el intestino. La eficacia de la hidrólisis de las proteínas es comparable a la de las enzimas de origen animal, pero igualmente baja con los azúcares y las grasas.
Microbiana
Estas enzimas se fabrican a partir de sustancias fúngicas fermentadas (hongos). Las enzimas producidas se extraen y forman una mezcla de varias enzimas libre de residuos microbianos.
Las enzimas digestivas de origen microbiano pueden provenir de cultivo de alimentos fermentados (cebada, soja). La fermentación de estos compuestos permite el desarrollo de microorganismos como el hongo aspergillus.
2. Actividad enzimática
Una gran cantidad de enzimas no significa que su actividad enzimática sea correcta. La actividad enzimática es una proporción del número de enzimas activas en una solución.
Se mide en unidad de actividad enzimática (UI), o por otra unidad específica de la enzima.
Por ejemplo, la bromelina tiene una actividad que se expresa en “GDU” (unidad de digestión de la gelatina), y mide la capacidad de la bromelina para descomponer la gelatina, rica en proteínas.
3. Composición de los productos
Encontrará suplementos alimenticios que contienen una enzima concreta, como la bromelina.
Esta enzima está destinada a reducir los trastornos digestivos (pero no tiene alegaciones científicas) porque tiene la capacidad de digerir las proteínas.
También existen fórmulas de mezclas enzimáticas, para una acción sinérgica.
Verifique que el producto contiene un amplio espectro de enzimas digestivas, con al menos proteasas, lipasas, amilasa y lactasa.
Una mezcla permite actuar en todo el tracto digestivo, según el pH de los diferentes órganos.
4. Presencia de excipientes
Los complementos alimenticios que contienen enzimas digestivas pueden contener de numerosos excipientes, procedentes de la fabricación del producto.
Si padece alergia, verifique que el producto no contiene alérgenos (gluten, soja, leche, cacahuetes).
La fabricación de los comprimidos o del polvo puede provocar la presencia de conservantes a tener en cuenta (maltodextrina de maíz o de trigo) o aditivos como el dióxido de silicio, posible fuente de nanopartículas.
5. Precauciones de uso
Las enzimas procedentes de frutas deben usarse con precaución en personas que sufren hipersensibilidad alimentaria (bromelina, papaína, kiwi).
Por principio de precaución, estos productos no están recomendados para mujeres embarazadas y en periodo de lactancia, ni en caso de tratamiento farmacológico salvo indicación médica.
Atención a los efectos secundarios! Pueden aparecer trastornos digestivos, como estreñimiento o calambres abdominales.
Las mejores fuentes de enzimas digestivas en la alimentación
Las enzimas digestivas se encuentran de forma natural en alimentos crudos y no procesados, pero la temperatura las destruye con facilidad.
Se recomienda empezar las comidas con alimentos frescos y crudos para favorecer la aportación de enzimas. Priorice las cocciones suaves y mastique lentamente sus alimentos.
Algunos alimentos contienen enzimas digestivas particulares, concretamente:
- la papaya (la papaína),
- la piña (la bromelina, presente en numerosos complementos alimenticios),
- el plátano (las amilasas),
- el aguacate (las lipasas).
Los alimentos fermentados también las contienen: aceitunas, pepinillos, alcaparras.
Para resumir
Para estar seguro de elegir enzimas digestivas de calidad, verifique:
- Origen : animal, vegetal o microbiano
- Actividad enzimática : no depende de la cantidad de enzimas sino de la proporción del número de enzimas activas en una solución, medida en unidad de actividad enzimática (UI), u otra
- Composición de los productos : compruebe que el producto contiene un amplio espectro de enzimas digestivas, con al menos proteasas, lipasas, amilasa y lactasa.
- Presencia de excipientes : atención a los alérgenos, conservantes y aditivos
- Precauciones de uso : para las personas que sufren hipersensibilidad alimentaria, las mujeres embarazadas y lactantes, las personas en tratamiento farmacológico. Consulte a un médico.


