Los probióticos, esas bacterias beneficiosas que pueblan nuestro sistema digestivo, tienen una acción crucial sobre nuestra salud pero también la de nuestros hijos.
Durante sus primeros años de vida, el sistema digestivo se desarrolla rápidamente. Mediante alimentos fermentados o complementos específicos, estas buenas bacterias desempeñan un papel en este proceso de crecimiento y ayudan a equilibrar la microbiota de los niños.
También pueden prevenir y tratar diversos problemas de salud en los más pequeños, como sugiere este estudio.
Podemos imaginar los probióticos como guardianes de la salud intestinal. Pero sus beneficios van más allá de la esfera digestiva: inmunidad, síntesis de vitaminas clave, buen crecimiento, gestión de la ansiedad.
He seleccionado aquí 9 cepas probióticas estudiadas por sus beneficios en la infancia, y al final del artículo les explico todo lo que hay que saber sobre la microbiota de los más pequeños.
Leer también | ¿Cómo elegir los mejores probióticos? Los consejos de una farmacéutica
1. Lactobacillus rhamnosus GG
Recomiendo esta cepa, particularmente eficaz, para tratar la diarrea infecciosa. También desempeña un papel vital en el refuerzo del sistema inmunitario.
Este metaanálisis muestra que la recuperación se alcanza más rápido, a menudo en menos de 24 horas.
2. Bifidobacterium bifidum
Durante mis consultas, a menudo recomiendo esta cepa por su papel crucial en el mantenimiento de la barrera intestinal.
Investigadores han demostrado su eficacia, en particular para mantener el equilibrio de la permeabilidad intestinal, como se estudia aquí. También protege contra las infecciones patógenas.
3. Bifidobacterium lactis
Esta bacteria es una aliada valiosa para la digestión de las fibras. También estimula el sistema inmunitario y puede reducir la frecuencia de las infecciones respiratorias en los niños.
Quedé impresionada por los resultados de este estudio que confirma sus beneficios.
4. Lactobacillus reuteri
Esta es mi recomendación número 1 para las cólicas infantiles.
Los lactantes amamantados parecen beneficiarse más, como muestra este metaanálisis. Además, otro estudio que encontré recientemente muestra que Lactobacillus reuteri contribuye a una mejor salud bucal, menos caries y menos infecciones dentales. ¡No vamos a decir que no!
5. Lactobacillus acidophilus
A menudo sugiero esta cepa para tratar y prevenir la diarrea.
También es eficaz para mejorar la digestión de la lactosa en los niños intolerantes. Una publicación que consulté concluyó una mejor digestión de los productos lácteos tras el consumo de este probiótico durante 7 días.
6. Lactobacillus paracasei
Esta cepa puede desempeñar un papel en la prevención y el tratamiento de las alergias alimentarias y el eccema en los niños.
Me interesó especialmente este estudio que presenta sus beneficios.
Al reforzar la barrera intestinal y modular la respuesta inmunitaria, Lactobacillus paracasei puede ayudar a reducir la inflamación y a prevenir o atenuar los síntomas asociados a estas afecciones.
7. Bifidobacterium longum
Es beneficiosa para mejorar la digestión de las fibras y para fortalecer la barrera intestinal.
Encontré este estudio muy convincente: muestra que 30 días de suplementación pueden mejorar los síntomas del síndrome del intestino irritable.
8. Bifidobacterium breve
Es una de las cuatro cepas esenciales para colonizar el tracto gastrointestinal de los lactantes.
La he estudiado con frecuencia por sus posibles efectos beneficiosos en la prevención y el tratamiento de ciertas alergias en niños.
Una de las aplicaciones más fascinantes de esta cepa es su potencial en el tratamiento de las afecciones cutáneas. Estudios han sugerido que Bifidobacterium breve podría ayudar a reducir los síntomas del eccema en los niños.
Es un avance significativo, porque el eccema puede ser una condición debilitante, que afecta la calidad de vida de mis pacientes.
9. Saccharomyces boulardii
Aunque no sea una bacteria (es una levadura), la recomiendo a menudo como escudo para prevenir las diarreas asociadas a los antibióticos en los niños, protegiendo la microbiota existente.
Estas levaduras se administran generalmente antes del tratamiento, como indica este estudio.

Las necesidades de la microbiota infantil
Una microbiota en pleno crecimiento
Desde el periodo fetal, la microbiota de su hijo empieza a formarse, y puedo asegurarle que esos primeros años son cruciales.
Influenciado por numerosos factores, entre ellos el modo de lactancia, la alimentación y el entorno, se desarrolla hasta los 3 años.
Un desequilibrio puede provocar alergias, inflamaciones e incluso un riesgo de sobrepeso. Por tanto, es vital cuidar su equilibrio.
Leer también | ¿Qué vitaminas para los niños? Consejos de compra de una farmacéutica
La alimentación: clave para una microbiota sana
Creo firmemente que la alimentación es la mejor medicina. Alimentos como las alcachofas, el ajo, las cebollas, los puerros o los plátanos y los melocotones alimentan naturalmente nuestra microbiota, como demuestra este artículo.
Además, un estudio que he consultado recientemente destaca los beneficios de la dieta mediterránea sobre la microbiota.
La diversificación alimentaria es un momento clave, y es esencial favorecer una alimentación variada. Respetar los periodos de introducción de las distintas categorías de alimentos es fundamental.
Los excesos de azúcar pueden provocar problemas como la obesidad o incluso trastornos de la atención y del aprendizaje.
La higiene bucal: un factor a menudo descuidado
Poca gente sabe que la higiene bucal influye en la calidad de la microbiota.
No puedo insistir lo suficiente en la importancia de velar por la salud de los dientes y las encías desde la más temprana edad.
Mis consejos para apoyar la microbiota de su hijo
💡 ¿Qué alimentación puede apoyar la microbiota de mi hijo?
Los probióticos son beneficiosos, pero no sustituyen una alimentación equilibrada. Promueva una alimentación variada y rica en prebióticos: alcachofas, ajo, cebollas, puerros, plátanos…
💡 ¿Qué dosis de probióticos dar a mi hijo?
Elija las cepas probióticas según sus propiedades con una dosis suficiente entre 1 y 10 mil millones de microorganismos por toma. Esta dosis varía según el tipo de bacteria, el objetivo terapéutico y el peso del niño.
💡 ¿Qué probiótico darle a mi hijo en caso de tratamiento antibiótico?
Durante el uso de antibióticos, considere Saccharomyces boulardii para proteger la microbiota intestinal.

