¿Susistema inmunitario está debilitado o está tomando un tratamiento con antibióticos? Podría ser susceptible a las micosis.
Según este estudio realizado en 2019 sobre la actividad de Candida albicans, la micosis suele asociarse a un estado disbiótico. Es decir, una alteración de la composición o de la abundancia del microbiota del huésped en la zona infectada.
Este entorno se vuelve permisivo para la supervivencia del hongo patógeno, lo que contribuye a su proliferación.
Los probióticos están definidos por la OMS como « microorganismos vivos que, cuando se consumen en cantidades apropiadas en los alimentos, confieren un beneficio para la salud del huésped ».
Su uso ayuda a la microbiota del huésped a recuperar un estado de equilibrio. Pueden actuar por vía oral como por vía local.
La investigación ha aportado pruebas que confirman su papel positivo en la salud intestinal, bucal y vaginal. Pero los estudios realizados siguen siendo contradictorios. ¿Qué se sabe al respecto?
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Si padece candidiasis vaginal
Priorizar la cepa Lactobacillus rhamnosus
Los lactobacilos constituyen más del 90% de la flora vaginal. Por ello se utilizan ciertos lactobacilos como probióticos para restaurar la microbiota vaginal y prevenir las infecciones recurrentes.
Los principales estudios sobre probióticos se han centrado generalmente en la vaginosis bacteriana. Y los han considerado como un tratamiento de apoyo.
En caso de tratamiento con antibióticos
Este estudio prospectivo de 2016 realizado con 250 mujeres en Roma demostró que la flora vaginal de las mujeres tratadas con antibioterapia y probióticos mejoró significativamente en comparación con las tratadas solo con antibióticos.
La suplementación con probióticos con Lactobacillus rhamnosus vaginal fue por tanto útil para impedir el crecimiento de las bacterias. Especialmente después de un tratamiento antibiótico.
Una reducción de los síntomas
Sin embargo, solo algunos estudios han investigado el papel de los probióticos en el tratamiento de la candidiasis vaginal. Este ensayo reciente doble ciego, aleatorizado y controlado con placebo se llevó a cabo con 76 mujeres con candidiasis vulvovaginal.
Los resultados tras 35 días de tratamiento indicaron que la administración de probióticos además del fluconazol fue más eficaz que en el grupo control que recibió placebo. Se observó una reducción significativa de los síntomas de la candidiasis del 68% en el primer grupo frente al 47% en el segundo.
El papel del ácido láctico
Este efecto probiótico de las cepas de Lactobacillus se debe probablemente, según este estudio, a la acumulación de ácido láctico. Concentraciones locales más altas de ácido láctico quizá impidan su proliferación en las proximidades inmediatas de Lactobacillus.
Además, los ácidos orgánicos producidos por Lactobacillus influyen positivamente en la eficacia de los agentes antifúngicos. Permiten aumentar la permeabilidad de la estructura de la membrana plasmática fúngica, lo que facilita la absorción de los azoles.
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Si padece una micosis digestiva
Reequilibrar la flora
La candidiasis digestiva surge cuando hay una perturbación de la flora intestinal y/o bucal. Las candidiasis son las micosis digestivas más frecuentes.
Cuando la microbiota intestinal está desequilibrada, Candida albicans puede proliferar de forma excesiva en el tubo digestivo y liberar toxinas.
Particularmente dolorosas, las lesiones provocadas por esta micosis pueden impedirle alimentarse o tragar. Incluso puede provocar disfagia o desnutrición.
El tratamiento de las micosis bucales requiere la erradicación de los factores de riesgo y la administración de antifúngicos. Pero también es esencial reequilibrar esta flora para evitar la aparición de la afección o su recaída.
Probióticos eficaces en la prevención
Según este meta-análisis de 2019 que agrupa 5 estudios con 435 pacientes, los probióticos pueden reducir la incidencia y atenuar la gravedad de las micosis orales inducidas por el tratamiento del cáncer.
Estos tratamientos probióticos parecen sin embargo más eficaces en la prevención de las candidiasis orofaríngeas y en la disminución de su recurrencia, que para su tratamiento en sí.
Creo que, dado el pequeño número de ensayos clínicos realizados, otros ensayos aleatorizados, multicéntricos y doble ciego en una población más amplia podrán aclararnos más.
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Mis consejos para la toma de probióticos en caso de micosis
Para las tomas orales, aconsejo tomar el probiótico en ayunas. Espere 30 minutos antes de la comida, o 2 horas después, para que llegue intacto al sistema digestivo.
Por vía vaginal, recomiendo una toma 2 veces al día, mañana y noche, ya sean cápsulas, comprimidos, cápsulas o óvulos para insertar en la vagina. Recomiendo privilegiar la vía local para las micosis vaginales para una acción más dirigida.
Además, si toma tratamientos antifúngicos al mismo tiempo, aconsejo tomar los probióticos en momentos distintos de estos.
En caso de un tratamiento, priorice las siguientes cepas de lactobacilos: L. rhamnosus , L. reuteri, L. acidophilus, L. bulgaricus, L. crispatus
Finalmente, le invito a respetar las precauciones de uso. Porque la toma de probióticos en caso de micosis puede tener múltiples beneficios, pero no sustituye a los antifúngicos convencionales. Así que no intente sustituir el tratamiento que su médico le ha prescrito por probióticos.
Según este estudio realizado en 2015, los probióticos son generalmente considerados seguros. Sin embargo, la opinión de su médico sigue siendo indispensable en caso de inmunodepresión o de pared intestinal debilitada. Así como en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
Fuentes y estudios científicos
Bertolini M, Ranjan A, Thompson A, Diaz PI, Sobue T, Maas K, 2019. Candida albicans induce una disbiosis bacteriana mucosa que promueve la infección invasiva. PLOS Pathog.
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación/Organización Mundial de la Salud, Córdoba, Argentina: 2001. Consulta experta conjunta FAO/OMS sobre la evaluación de las propiedades sanitarias y nutricionales de los probióticos en los alimentos, incluyendo leche en polvo con bacterias lácticas vivas.
Zekai Shu, Peijing Li, Bingqi Yu, Shuang Huang, Yuanyuan Chen, 2019. La eficacia de los probióticos en la prevención y el tratamiento de la mucositis oral inducida por la terapia contra el cáncer: una revisión sistemática y un metaanálisis.
Nadia Recine, Ettore Palma, Lavinia Domenici, Margherita Giorgini, Ludovica Imperiale, Carolina Sassu, Angela Musella, Claudia Marchetti, Ludovico Muzii, Pierluigi Benedetti Panici, 2015. Restauración de la microbiota vaginal: control biológico de la vaginosis bacteriana. Un estudio prospectivo de casos y controles que utiliza Lactobacillus rhamnosus BMX 54 como tratamiento adyuvante contra la vaginosis bacteriana.
De Gregorio P. R., Parolin C., Abruzzo A., Luppi B., Protti M., Mercolini L., 2020. Biosurfactante de Lactobacillus crispatus BC1 vaginal como un agente prometedor para interferir en la adhesión de Candida. Microb. Cell Fact.
Zahra Vahedpoor, Mahdi Abastabar, Mojtaba Sehat, Parisa Talebian, Tayebeh Felfelian Fini, Zahra Dastanpour, Iman Haghani, Ramtin Chelongarian, Mehdi Nazeri, 2021. Uso vaginal y oral de probióticos como terapia adyuvante al fluconazol en pacientes con candidiasis vulvovaginal: un ensayo clínico en mujeres iraníes.
Isabella Zangl, Ildiko-Julia Pap, Christoph Aspöck, Christoph Schüller, 2019. El papel de las especies de Lactobacillus en el control de Candida mediante interacciones biotróficas.
Shira Doron, David R Snydman, 2015. Riesgo y seguridad de los probióticos.

