Los beneficios del cacao crudo
¿Qué es el cacao crudo?
Antes de convertirse en chocolate, el cacao es una fruta que crece en las regiones tropicales de América del Sur y de África. De esos frutos, o mazorcas, se extraen las habas: es el proceso del descascarillado. Las habas fermentan luego durante una semana, en hojas de plátano o en cajas de madera, lo que permite detener el proceso de germinación de las habas y activar los nutrientes presentes en el cacao. Las habas de cacao se secan después al sol.
Son esos granos de cacao secos que se llaman « cacao crudo ». ¡Los puristas incluso evitan la fase de fermentación de los granos! Para convertirse en chocolate, el cacao pasa por otras etapas de transformación: tostado, trituración y luego mezcla con manteca de cacao y azúcar.
Un alimento lleno de virtudes
El cacao crudo permite disfrutar de lo mejor del chocolate, sin las calorías aportadas por el azúcar. Además, la cocción de los alimentos destruye gran parte de las vitaminas y de los nutrientes que contienen: el hecho de que el cacao no haya sido tostado permite mantener intactas las propiedades originarias del cacao.
Los granos de cacao crudo son uno de los alimentos más ricos en flavonoides, moléculas antioxidantes. ¡Contendrían cerca de tres veces más antioxidantes que el té verde! Permitirían mejorar la circulación sanguínea y luchar contra el envejecimiento celular.
Así, consumir alimentos ricos en antioxidantes tiene ventajas desde un punto de vista cosmético, ya que permite mantener una piel bonita, pero también desde el punto de vista de la salud, ya que ayuda a prevenir el desarrollo de ciertos cánceres al favorecer el buen renovamiento celular.
La riqueza en flavonoides del cacao crudo permite también proteger al organismo de varios riesgos cardiovasculares: al mejorar la circulación sanguínea, consumir cacao podría evitar los accidentes cardiovasculares, reducir el nivel de colesterol malo y disminuir la presión arterial.
El cacao crudo, un alimento antidepresor
A menudo se dice que el chocolate es bueno para el ánimo, y algunos estudios científicos lo demuestran. Las habas de cacao crudo contienen, en efecto, de la serotonina, una hormona que el organismo asocia al bienestar. Las habas de cacao contienen además teobromina, una molécula estimulante que permite la liberación de adrenalina, euforizante, y que posee un efecto antifatiga. El chocolate, al igual que el cacao crudo, contiene finalmente magnesio, que es conocido por su poder antiestrés.
El cacao también sería afrodisíaco: de hecho, su consumo desencadena endorfinas, que estimulan los órganos reproductores y la libido.
Las propiedades beneficiosas y afrodisíacas del chocolate se potencian en el cacao crudo: ¿y si llevara granos de cacao a su próxima cita romántica?
¿Cómo consumir el cacao crudo?
Cómo elegir bien tu cacao crudo
Las habas de cacao crudo son más amargas que el chocolate al que se le añade más o menos azúcar. En cambio, los aficionados al chocolate negro apreciarán ese amargor. También poseen un sabor ligeramente intenso que difiere en función de los tipos de cacao.
En efecto, se encuentran tres tipos de granos de cacao: el criollo, bastante afrutado y poco amargo, la variedad más buscada. Los cacaos forastero y trinitario son más comunes, más intensos y tienen un sabor menos típico que el cacao criollo. Se prefiere el cacao nativo, procedente de variedades adaptadas a los entornos locales, en lugar del cacao obtenido por hibridación, mucho más extendido. El cacao nativo representa, de hecho, solo el 1% de la producción total de cacao: los industriales del chocolate prefieren cacao hibridado, de sabor más pobre y más estandarizado.
Por último, es preferible consumir el cacao crudo ecológico y procedente del comercio justo, para aprovechar al máximo sus beneficios al mismo tiempo que se asegura que se ha producido en condiciones de producción decentes y que no posee residuos de pesticidas.
Habas de cacao crudo enteras, trituradas o en polvo
La oferta de cacao crudo, prácticamente inexistente hace unos diez años, se ha desarrollado considerablemente con la tendencia del crudivorismo (consumir alimentos crudos, marinados o deshidratados). Existen varios tipos de envasado: así encontramos las habas de cacao crudo enteras, para masticar tal cual y sustituir el cuadradito de chocolate, pero también las habas troceadas, el polvo de cacao crudo y el chocolate crudo en tabletas.
El chocolate crudo en tabletas es cacao crudo al que se le ha añadido azúcar y manteca de cacao. Desde el punto de vista nutricional es menos interesante, pero en cuanto al sabor se asemeja al chocolate tradicional.
El polvo de cacao crudo o las habas trituradas se usan mezcladas en batidos, smoothies o granolas. El polvo puede usarse para sustituir el chocolate caliente con leche de vaca o con leche vegetal. También puede emplearse en la cocina: por ejemplo, se pueden hacer galletas crudas con frutos secos, aceite de coco y polvo de cacao crudo para obtener pequeñas galletas sin hornear llenas de energía.
Es preferible consumir el cacao crudo en pequeñas dosis, para evitar ciertos efectos secundarios que pueden aparecer si se consume en cantidades demasiado grandes: dolores de estómago, trastornos del sueño… Por tanto, es mejor no comer más de 8 habas al día, o 2 cucharaditas. A dosis razonables, el cacao crudo no presenta efectos secundarios indeseables y posee más bien numerosos beneficios.
