Verbena: beneficios, posología, contraindicaciones

La verbena officinalis pertenece a la familia de las Verbenáceas. Esta planta perenne, originaria de las regiones templadas, mide entre 40 y 80 cm. Las partes aéreas, recolectadas durante la floración, se utilizan en fitoterapia. Entre sus principales constituyentes se encuentran iridoides como la verbenalina y la hastatosida, reconocidos por sus propiedades calmantes y antiinflamatorias. La planta también es rica en polifenoles, en particular el verbascósido, que está altamente concentrado y desempeña un papel crucial como antioxidante. Los flavonoides como la apigenina y la artemetina. Finalmente, se observa la presencia de triterpenos y de esteroides, tales como el ácido ursólico y el beta-sitosterol. Históricamente, la verbena se consideraba una planta sagrada en Europa; su nombre posiblemente proviene del antiguo céltico. Tradicionalmente se empleaba para una multitud de afecciones, especialmente calambres, fatiga, trastornos nerviosos, así como problemas digestivos. A pesar de sus variados usos tradicionales, la Comisión E consideró su uso no recomendable por falta de pruebas suficientes de su eficacia.