Fenilalanina: beneficios, posología, contraindicaciones

La fenilalanina es un aminoácido esencial que el cuerpo humano no puede sintetizar y que, por tanto, debe aportarse mediante la alimentación. Se encuentra de forma natural en numerosos alimentos ricos en proteínas, como las carnes, los huevos, los productos lácteos, las legumbres y ciertas algas. La fenilalanina es el precursor de varias moléculas biológicamente activas esenciales, en particular la tirosina, que es el origen de neurotransmisores como la dopamina, la noradrenalina y la adrenalina. Este aminoácido existe en dos formas principales: la L-fenilalanina, presente en los alimentos, y la D-fenilalanina, producida de forma sintética y utilizada con fines terapéuticos. Una versión llamada DL-fenilalanina (DLPA) combina las dos formas y a menudo se ofrece como complemento alimenticio. La fenilalanina desempeña un papel clave en la síntesis de proteínas y en la regulación del estado de ánimo. De hecho, la L-fenilalanina se metaboliza en tirosina, que contribuye a la producción de neurotransmisores relacionados con la alerta y el bienestar. La D-fenilalanina parece actuar modulando los sistemas opioides naturales, lo que puede tener un efecto en la gestión del dolor. Sin embargo, para las personas con fenilcetonuria (PKU), un trastorno genético que impide la metabolización de la fenilalanina, la acumulación de este aminoácido puede producir efectos tóxicos, en particular daños neurológicos. En estos casos, una dieta estrictamente controlada y baja en fenilalanina es indispensable. Empleada en suplementación, la fenilalanina a veces se estudia por sus efectos en el vitíligo, la depresión y la gestión del dolor.